Línea editorial: Revertir la polarización

El plan de Sánchez para vigilar a los medios provoca una nueva reacción en contra del Gobierno
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las urnas han constatado algo que ya se sabía: que EE.UU. es hoy una sociedad fuertemente polarizada. Lo que no se conocía es el alcance de esa polarización, agravada por las sospechas lanzadas por Trump sobre el sistema electoral estadounidense. Muchos hablan de la necesidad de una puesta a punto de un modelo repleto de antiguas tradiciones. Pero lo que está en juego tiene que ver con la confianza en el sistema, presupuesto básico para la aceptación de la derrota y el reconocimiento de la legitimidad de la victoria del adversario.
El auge de los populismos pone en riesgo esos cimientos, un problema que no es exclusivo de EE.UU. Ese auge tiene que ver con la incorporación de bolsas de ciudadanos que hasta entonces se sentían alienados de la política. No todo es culpa de los partidos. Covid al margen, la humanidad atraviesa tiempos inciertos de profundos cambios. Por eso las democracias necesitan renovar los pactos sociales que las sostienen en un diálogo continuo y cada vez más complejo con la sociedad, promoviendo modelos inclusivos de gobernanza, en los que cada actor debe renunciar a su agenda ideológica de máximos. EE.UU. ha sido tradicionalmente un modelo de grandes encuentros en el centro. Hoy está obligado a encontrar el modo de volver a serlo.



