Línea editorial: Galeusca o Alfonso Rueda

Galicia elige en las urnas entre un modelo que ha funcionado bien en los últimos años y la incógnita de un gobierno liderado por el nacionalismo. Se trata de una disyuntiva novedosa en la historia de esta Comunidad Autónoma, en la que la hegemonía del PP ha sido una constante, apenas interrumpida desde el inicio de la democracia.

El impacto ha ido más allá de este territorio. Mientras algunos proponían reeditar los pactos Galeusca de los años 20 y 30, con un frente nacionalista por la autodeterminación de Cataluña, País Vasco y la propia Galicia, los sucesivos gobiernos populares han demostrado que es factible y beneficiosa otra forma distinta, no excluyente, de reivindicar la propia tierra como nacionalidad histórica.

Las encuestas dan como indiscutible favorito al PP, con Alfonso Rueda al frente, pero dejan abierta la pérdida de la mayoría absoluta, lo que implicaría que el Partido Socialista diera la Xunta al BNG.

En los últimos días, se ha instalado un relato que pone toda la presión sobre el predecesor de Rueda, Alberto Núñez Feijóo, quien se limitaría a cumplir con lo esperado en caso de mayoría absoluta, y sufriría un varapalo en caso de no lograrlo.

Detrás de este planteamiento hay una lógica tramposa. Pero a partir de esta noche, cuando se abran las urnas, este mismo planteamiento probablemente se vuelva contra quienes lo han propagado. Los socialistas no solo se juegan quedarse en un mínimo histórico de escaños y no ser capaces siquiera de liderar la oposición; es el conjunto de la estrategia de Pedro Sánchez con el nacionalismo lo que puede quedar hoy en entredicho.