Línea editorial COPE: Urge actuar ante la sequía

Hace unos días el cardenal Juan José Omella pedía a las parroquias, escuelas y comunidades cristianas de su diócesis barcelonesa que se hagan eco de la preocupación por la sequía que atraviesan diversos territorios de España, entre ellos Cataluña. El cardenal Omella apuntaba las consecuencias que este fenómeno tiene “para nuestra alimentación, para el equilibrio del medio ambiente y para la supervivencia de la fauna”. Pedía además oraciones diarias en las eucaristías para implorar a Dios por la lluvia.

A estas alturas el año, tanto la cuenca hidográfica del Guadalquivir como las de los ríos de Cataluña están por debajo del treinta por ciento de su capacidad, lo que significa que, si no se producen unas semanas de precipitaciones en abril y mayo, se darán en el verano severas restricciones de agua en partes importantes de España. Esta situación afectará a zonas de alta concentración turística. En Cataluña, la Generalitat ha tomado ya una serie de medidas urgentes para intentar paliar los efectos de la sequía.

Como ya ocurrió el pasado año, estamos ante un problema que no es circunstancial, sino que se repite con demasiada frecuencia. Esta situación requiere con urgencia un acuerdo de Estado para frenar la sequía, un Plan Hidrológico Nacional con garantías para todos, que supere diferencias y enfrentamientos entre comunidades autónomas y permita el abastecimiento de agua a todos los españoles. También es necesaria una mayor conciencia en la ciudadanía respecto a un uso y consumo responsable del agua que evite su despilafarro. Ante el drama de la sequía, la previsión y la necesaria solidaridad entre todos son clave para una respuesta eficaz y duradera.