Línea editorial COPE: Profanar lo sagrado

En la noche del pasado sábado, día de Nochebuena, una o varias personas entraron en la capilla del Hospital de Barbastro y profanaron su sagrario, tirando las Sagradas Formas. Haríamos mal en creer que, dado el humus de laicismo soterrado que nos envuelve, este tipo de acciones son frecuentes, pero tampoco podemos ignorarla como si fuera una simple anécdota. El obispado de Barbastro-Monzón ha publicado un comunicado ejemplar en el que muestra su tristeza, consternación y condena; subraya el servicio abnegado y la presencia sanadora de los capellanes hospitalarios; y agradece las numerosas muestras de apoyo recibidas, entre ella la del Presidente de Aragón, Javier Lambán.

Es necesario recordar la importancia de cuidar y promover una libertad fundamental, frágil y piedra angular de otras libertades, como es la libertad religiosa. La diócesis de Barbastro-Monzón nos evoca, por otra parte, una tierra de testigos, regada con la sangre de muchos mártires, en la que han florecido algunos de los pasajes de nuestra mejor memoria e historia del siglo XX. También es oportuno poner en el foco en tantos agentes de pastoral que hacen una enorme labor en tantos hospitales de toda España, cuya presencia es querida y valorada de forma expresa por muchos profesionales de la salud, sobre todo por muchos enfermos y sus familias, para los que la presencia de los capellanes, voluntarios y ministros de la Eucaristía en el hospital es imprescindible para vivir con serenidad y esperanza cristianas los momentos de enfermedad que forman parte de toda existencia humana.