Línea editorial COPE: Ferrovial y las presiones del Gobierno

Hoy se vota entre los accionistas de la empresa Ferrovial, una de las más importantes de España, el traslado de su sede a los Países Bajos. Se trata de una operación estratégica que, a juicio de los accionistas mayoritarios, aumentará su capacidad de competir en los mercados internacionales. A esta libre decisión empresarial se ha opuesto frontalmente el Gobierno de Pedro Sánchez, que, desde el primer anuncio del cambio de sede, no ha dejado de presionar a los directivos de la empresa para que desistan de su empeño. Estas presiones se producen en el contexto de una crítica sistemática por parte del Gobierno a destacados empresarios españoles, como si le molestasen las ganancias obtenidas en el libre ejercicio de su actividad, que por otra parte es generadora de empleo, de riqueza y de prestigio para España.

Si no fuese porque España pertenece a la Unión Europea y está por tanto sometida a unas reglas económicas y financieras claras, se diría que el Gobierno, al margen de la proyección electoral de sus críticas, pretende ampliar su control hasta las mismas actividades del sector privado, en una deriva política muy cercana a los usos bolivarianos. No pocos analistas opinan que el cambio de sede de Ferrovial puede reflejar también una falta de confianza en la política económica y en la falta de seguridad jurídica que viene generando este Gobierno. Y es que el Ejecutivo de Sánchez está ofreciendo a la opinión española y europea una imagen intervencionista muy alejada del normal ejercicio del poder en una democracia.