El Tribunal Supremo se ha pronunciado con relación a los beneficios penitenciarios que la Generalitat había concedido a los nueve encarcelados por la causa del "Procés". El Supremo explica que la concesión del Tercer Grado a los encarcelados es una medida prematura porque ni siquiera han cumplido la cuarta parte de su condena.

La noticia ha sido rápidamente contestada y discutida por el Gobierno de la Generalitat. Pere Aragonés ha llegado a decir que se trata de una venganza política adoptada por el "órgano de la derecha judicial" contra la que el independentismo va a luchar en defensa de una ley de amnistía y un referéndum de autodeterminación.

En realidad lo que Aragonés pide es que se conceda a los presos del “Procés” un trato de favor, y se olvide de una vez por todas lo que sucedió hace ya tres años. Es imposible argumentar con quienes se empeñan en desvincular la democracia del Estado de Derecho, incapaces de aceptar que no son sus ideas políticas las que han sido condenadas sino su intento de alterar, desde el poder, el orden constitucional.

Cuando llegue el momento podrán aplicarse a estos presos los beneficios de los que gozan todos los presos españoles. De momento, la política catalana debería destinarse a menesteres más prosaicos como gestionar la pandemia, frenar el desempleo y preparar unas elecciones que deberían dar estabilidad política, social y económica a todos los catalanes.