Ha terminado la ronda de consultas del Rey a los grupos políticos sin que se hayan producido cambios significativos para la formación de Gobierno. Se prolonga el ya demasiado extenso período que vivimos desde las elecciones del pasado 20 de diciembre. La inmensa mayoría de los españoles asistimos con perplejidad a la actitud de bloqueo que no permite gobernar a la fuerza más votada.Este jueves los líderes de Ciudadanos y del PSOE han escenificado ante el Rey la postura que mantienen en las últimas semanas. Albert Rivera sigue exigiendo que Rajoy de un paso atrás para que el partido naranja le dé el sí al PP. Y el PSOE sigue en el no e invitando a Rajoy a que busque apoyos entre los nacionalistas e independentistas, posición que no se compadece con las críticas que los socialistas han formulado en las últimas horas. El PSOE ha sido muy crítico, como es lógico, con la actitud de la antigua Convergencia en el Parlamento de Cataluña.Se prolongan los plazos y se aleja la posibilidad de una investidura en las próximas semanas. El retraso no tiene justificación alguna. Si es cierto que el PSOE no quiere que se repitan las elecciones, y si es cierto que no quiere explorar la posibilidad de un acuerdo con Podemos y los independentistas, no se entiende por qué no acaba de facilitar la formación del Ejecutivo con la abstención. Para que no haya unas terceras elecciones, un auténtico disparate, y para que haya un Gobierno constitucional es necesaria la abstención de los socialistas. Retrasarla no tiene sentido. Si el PSOE quiere algo a cambio tiene que decirlo cuanto antes.