El Gobierno en el Congreso

La sesión del Congreso ha comenzado con un minuto de silencio por los fallecidos a causa del coronavirus, a instancias del líder de la oposición, Pablo Casado. El Presidente Sánchez ha anunciado que la “desescalada” del confinamiento comenzará a mitad de mayo, aunque será lenta y gradual, para que sea segura. Aunque este proceso va a depender de cómo evolucione la respuesta a la pandemia en cada territorio. En este nuevo escenario de moderado optimismo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tendrá especiales atribuciones para aplicar las medidas de relajamiento, o en sentido contrario, endurecerlas.

La sociedad española necesita tener claras, cuando antes, las líneas maestras del calendario de la “desescalada” sin continuas rectificaciones, sin contradicciones y con un plan de asistencia y prevención sanitaria. España suma a sus muchos récords el de ser uno de los países de la Unión Europea que más tarde va a implantar un plan de regreso a la normalidad.

Una normalidad que en su dimensión institucional pasa por convertir al parlamento en el centro de cualquier proyecto de reconstrucción. La comisión parlamentaria que debe afrontar tanto los problemas del sector sanitario como la respuesta a la crisis económica y social, junto con la protección de las libertades, tendría que tener claro que cualquier decisión debe tomarse en el marco constitucional, apartada de cualquier atisbo de imposición ideológica o de propuesta de un modelo alternativo de Estado. Como ha pedido Casado, es necesario que el gobierno tome las medidas adecuadas y no se dedique solo a hacer propaganda.