Españoles de la conciliación

Enrique Múgica Herzog, nacido en San Sebastián hace 88 años y Landelino Lavilla Alsina, nacido en Lérida hace 86, han fallecido con pocos días de diferencia. Estos dos españoles, uno vasco y otro catalán, son protagonistas indiscutibles de la noble generación de hombres y mujeres que desde posiciones ideológicas distintas facilitaron la transición a la democracia.

Enrique Múgica fue militante del PCE y más tarde del PSOE, estuvo en Suresnes y en la famosa Platajunta. Landelino Lavilla, formado en la tradición del humanismo cristiano y destacado integrante del grupo Tácito, fue uno de los hacedores de la Unión de Centro Democrático. Ambos encarnan, desde las diferencias ideológicas y religiosas que defendieron en sus vidas, la inquebrantable voluntad de acuerdo de toda una generación de españoles, empeñados en desterrar de la vida pública las tentaciones cainitas. La superación de la dictadura, el establecimiento de una democracia homologable a las de la Europa libre, la edificación de un sólido Estado de Derecho, sí como la adopción de políticas económicas y sociales que dieran estabilidad y prosperidad, formaron parte del compromiso político de estos dos españoles de bien que acaban de fallecer.

El consenso que hizo posible la instauración de la democracia en España no fue ninguna pócima mágica. Fue el fruto de un esfuerzo consciente por facilitar el encuentro entre españoles, sabiendo que las diferencias no son irreconciliables cuando el fin último es el bien común. La memoria de Enrique Múgica y Landelino Lavilla, dos españoles de la conciliación, es una excelente lección de historia, especialmente valiosa en la presente coyuntura social y política.