EE. UU.: la igualdad en las encuestas hace converger los programas

"A tres semanas de las elecciones en EE. UU. las encuestas arrojan una igualdad máxima entre Kamala Harris y Donald Trump"

Sombreros a la venta en un área de vendedores antes de una reunión municipal con el expresidente de los EE. UU. y actual candidato presidencial republicano Donald Trump en el Greater Philadelphia Expo Center & Fairgrounds en Oaks, Pensilvania
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Escucha la línea editorial de la mañana del martes 15 de octubre de 2024

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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A tres semanas de las elecciones en EE. UU. las encuestas arrojan una igualdad máxima entre Kamala Harris y Donald Trump. Se queda corto afirmar que la presidencia se decidirá en seis o siete estados bisagra. Los equipos de ambas campañas afinan al detalle dirigiendo sus mensajes a segmentos concretos de la población de esos estados para inclinar la balanza. De ahí la paradoja de que, en tiempos de fuerte polarización, se esté produciendo a la vez una convergencia en algunas de las principales líneas programáticas. En el caso de Trump, el viraje viene de atrás. Cuesta reconocer hoy en el Partido Republicano el legado de Ronald Reagan o de los Bush. Una seña de identidad como la ortodoxia fiscal se ha visto reemplazada por fuertes aumentos de gasto público para seducir a una masa de varones blancos, sin estudios y de clase trabajadora que, antes, solían votar demócrata. Son electores que Harris intenta recuperar, lo que explica por qué su discurso no se centra en la defensa del multiculturalismo, sino en el control de la inmigración o en facilitar un petróleo más barato liberalizando la técnica del fracking, para desagrado de los ecologistas. En política exterior, el tono de ambos candidatos difiere con respecto a la OTAN y la relación con los aliados, pero hay acuerdo en la política comercial o en la rivalidad con China. Desde luego que Benjamín Netanyahu apuesta por Trump y Vlodomir Zelenski prefiere a Harris. A la hora de la verdad, sin embargo, la demócrata se ha apresurado a cerrar filas con Israel, y cuesta mucho imaginar a Trump regalando una imagen de debilidad al retirarse sin más de Ucrania.

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