LÍNEA EDITORIAL
Un camino que no fortalece el proyecto europeo
El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha puesto a la cabeza de los mandatarios europeos que quieren modificar la Convención Europea de Derechos Humanos

Un camino que no fortalece el proyecto europeo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha puesto a la cabeza de los mandatarios europeos que quieren modificar la Convención Europea de Derechos Humanos que protege el derecho a la vida como un derecho fundamental. En los primeros días de la presidencia francesa de la Unión, una de sus primeras propuestas fue incluir el derecho al aborto en la Carta europea de Derechos fundamentales. Además, en los últimos meses el presidente de la República Francesa ha tomado una serie de iniciativas conducentes a incluir el derecho al aborto en la Constitución francesa y a legalizar la eutanasia. No es la primera vez que en Francia se aprueban leyes a favor del aborto, pero sí es la primera vez que afronta una normalización social de la eutanasia.
El discurso de Macron sobre la necesidad de fortalecer los valores de la Unión Europea, que son el vínculo de la unidad y el orgullo del proyecto común, se deslegitima en el momento en que introduce un supuesto derecho, el del aborto, ajeno a la tradición fundacional de la Unión Europea y a los fundamentos éticos y espirituales sobre los que construyó la nueva Europa los padres fundadores. A las puertas de la presidencia española de turno de la Unión, es necesario insistir en que este camino de reconocimiento de unos supuestos “nuevos derechos”, que atentan contra la dignidad de la persona, no conduce a la construcción, sino a la disolución, no supone fortalecer el tejido europeo, sino disgregarlo más aún, no anuncia una primavera europea, sino un verdadero invierno.



