Paul Gasol, la leyenda española del baloncesto que disputó 18 temporadas de la NBA y que vistió siempre con honor la camiseta de España, acaba de decir adiós a una de las carreras deportivas más extraordinarias. Con la sencillez que siempre le ha caracterizado, rodeado de su familia y sus amigos en un entrañable acto celebrado en el Liceo de Barcelona, Gasol recordó los hitos de su trayectoria. Confesó que siempre había querido hacer las cosas lo mejor posible y dar todo de sí mismo, y mostró su gratitud a amigos y compañeros que le han ayudado a ser mejor. Su buen hacer, capacidad de sacrificio, amabilidad y limpieza en la competición, han hecho que Gasol deje un inolvidable recuerdo en los aficionados, pero también en el conjunto de la sociedad española.

Un gran hombre es también quien sabe retirarse a tiempo y no se apega a las glorias pasadas. Cargado de proyecto educativos relacionados con el baloncesto, Gasol ha dejado claro que cuando en la vida uno hace lo que le gusta, debe ser agradecido. Su despedida se convirtió en un acto de agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible que llegara a las más altas cotas del baloncesto. Ahora el camino de la ejemplaridad como persona y como deportista continuará por la senda del servicio en ámbitos empresariales y educativos. Aunque el deporte profesional no se mantenga siempre ajeno a las malas prácticas, jugadores como Pau Gasol nos recuerdan que es una magnífica escuela de virtudes y un espacio de verdadero encuentro.