Puigdemont y el futuro de la legislatura
Puigdemont se ha convertido en condición necesaria para el futuro de la legislatura

Escucha la Línea Editorial del 31 de julio
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En su última comparecencia ante los medios, el presidente del Gobierno incluyó al prófugo de la justicia española, Carles Puigdemont, entre sus interlocutores para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, sin hacer distinción respecto a su situación procesal. Una interlocución que, como ha pedido Puigdemont reiteradas veces, pasa por que Pedro Sánchez vaya a visitarlo a Waterloo. Al líder de Junts no le sirve que el presidente del Gobierno haya designado a Zapatero como la persona encargada de las negociaciones con Junts.
Quiere la foto de un presidente del Gobierno de España junto a él, en un lugar fuera del territorio nacional. Puigdemont se ha convertido en condición necesaria para el futuro de la legislatura. El problema no es solo que el líder de Junts aproveche la debilidad congénita de Pedro Sánchez para extorsionarle hasta el máximo.
Tampoco que Sánchez tenga que recurrir a un expresidente socialista dedicado a negocios en Venezuela y China. Lo más grave es que el presidente del Gobierno de España entre al juego de quien ha querido alterar el orden constitucional proclamando la independencia de Cataluña con un referéndum farsa. No es verdad que Puigdemont esté amnistiado, dado que la Sala Segunda del Tribunal Supremo sigue manteniendo su situación procesal.
Queda muy lejos la promesa de Sánchez de traer al prófugo de la justicia para que fuera juzgado. Todo esto dinamita el sentido y la dignidad del Estado.