línea editorial 10/12/2025
Está en Oslo, aunque de otro modo
La presencia simbólica de Maria Corina Machado en Oslo es hoy invencible. La opositora vive condenada al exilio interno y recluida donde Maduro no pueda encontrarla

Línea Editorial | Está en Oslo, aunque de otro modo
Madrid - Publicado el
1 min lectura1:33 min escucha
La presencia simbólica de Maria Corina Machado en Oslo es hoy invencible. La opositora vive condenada al exilio interno y recluida donde Maduro no pueda encontrarla. Por eso, y porque regresar a Venezuela con el Nobel en el equipaje era imposible, será su hija quien recoja el premio. Ya lo hizo con el Premio Sajarov y lo hará de nuevo arropada por la madre de Maria Corina, sus hermanas, Edmundo González y los amigos que quieran ser testigos de esta victoria moral.
A Maduro, como a todos los dictadores, no le queda nada más que la fuerza bruta. La usa de manera indiscriminada desde el primer día de su mandato, alardea de ella y solo cuenta con los apoyos de sus cómplices y acreedores. La razón moral está del lado de quienes sacrifican sus vidas por la libertad y no del de quienes se atreven a protestar contra este premio, cómodamente arropados por las democracias en las que viven.
Para algunos europeos, la dictadura chavista, como antes sucedió con la dictadura castrista, es un mito que no pueden permitir que se desmorone. De ser así, sus dogmas perderían uno de sus últimos bastiones. Maria Corina no estará físicamente en Oslo, pero la foto de su ausencia es la que mejor retrata a la dictadura. Maduro la teme tanto como teme la libre expresión de la voluntad del pueblo venezolano. Pero no puede impedir que el Nobel de la Paz concedido a María Corina Machado cante ante el mundo el inicio de una victoria que Maduro ya sólo puede demorar.



