Óscar Puente elude su responsabilidad
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Madrid - Publicado el
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Durante los últimos meses, el servicio ferroviario en España ha sufrido una serie de incidentes injustificables. En algunos casos, como los paros prolongados durante el verano sin aire acondicionado, se ha visto comprometida no sólo la comodidad, sino también la seguridad de los viajeros. El servicio, que durante décadas fue ejemplar y destacó por su puntualidad con gobiernos de todo signo político, hoy se ha convertido en un auténtico calvario para los usuarios. Como si de un fallo multiorgánico se tratara, la red ferroviaria española ha acumulado todo tipo de percances en los últimos meses. A pesar de ello, no ha existido ninguna rendición de cuentas y nadie ha asumido responsabilidad política.
Este jueves, mientras Óscar Puente comparecía para intentar justificar el deterioro del servicio, un nuevo fallo informático provocó paros y retrasos en todos los trenes con origen o destino en la ciudad de Madrid. Al tiempo que miles de viajeros se veían afectados, el ministro de Transportes anticipó en rueda de prensa que estas incidencias se prolongarán, al menos, dos años más debido a la edad de los trenes. En su comparecencia no hubo ni un mero atisbo de autocrítica o asunción de responsabilidades.
Las excusas de mal pagador, cuando no se alimentan sospechas de boicots o conspiraciones, resultan inaceptables en un ministro que debería dedicar toda su energía, única y exclusivamente, a hacer que los trenes funcionen.