Nacionalismo insensato
"Una guerra comercial no solo perjudica al país que eleva los aranceles y a sus socios comerciales. Tiene también efectos indirectos"

Escucha la Línea Editorial del sábado 5 de abril
Madrid - Publicado el
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Las bolsas han sufrido una caída que no se conocía desde hace tiempo. El precio del petróleo está por debajo de los 70 dólares. China ha respondido a los aranceles de Trump con el anuncio de aranceles de un 34 por ciento. Las dos grandes economías mundiales dan un paso más en su enfrentamiento, es un ejercicio comercial de autolesión. El desplome de los mercados refleja que los inversores temen que la guerra comercial provoque un serio daño al crecimiento. Si Trump mantiene los aranceles anunciados se producirá una ralentización de las economías más desarrolladas y se verán severamente castigadas las economías más pobres, como las del sur de Asia, que han vivido una década de importante desarrollo.
Una guerra comercial no solo perjudica al país que eleva los aranceles y a sus socios comerciales. Tiene también efectos indirectos. España, que no vende automóviles a Estados Unidos, venderá menos componentes a Alemania, que sí se los vende. Afortunadamente la Unión Europea todavía no ha concretado su respuesta. Parece que Bruselas apuesta por la negociación y por represalias selectivas. Una represalia para todos los productos que compramos a Estados Unidos provocaría un aumento de la inflación y seguramente una disminución del crecimiento de la zona euro que ya es débil.
Hay quien señala que Trump tiene como objetivo provocar una recesión en Estados Unidos para debilitar el dólar y obligar a bajar los tipos de interés. De ese modo sería más fácil reducir la deuda pública y la deuda comercial. Si ese fuese el plan, ignora el gran sufrimiento que va a provocar. Estamos ante una expresión de nacionalismo insensato.