El fiscal Luis Navajas se ha hecho cargo, temporalmente, de la fiscalía general del Estado para sustituir a José Manuel Maza, muerto tras sufrir una infección generalizada en un viaje de trabajo a Argentina. La vida de José Manuel Maza estuvo dedicada al servició como juez durante más de 40 años. Fue un juez independiente cuando tuvo en sus manos casos que afectaban a personalidades tan variadas como Emilio Botín o Pablo Iglesias. En las últimas semanas, antes de su fallecimiento, afrontó la grave crisis generada por el independentismo catalán con firmeza y criterio propio. Aunque políticamente hubieran podido convenir otras medidas diferentes a las que Maza solicitó contra los ex consejeros de la Generalitat, él se rigió por lo que consideró más conveniente para salvaguardar el Estado de Derecho.

Hombre dialogante y culto, Maza ha sido un ejemplo del valor que tiene el servicio público de un fiscal y de un juez. El buen funcionamiento de la justicia es esencial para mantener una convivencia que, en ocasiones, se ve seriamente comprometida.

Ahora es necesario que el Gobierno, buscando el mayor consenso posible, encuentre pronto un sucesor de Maza que permita continuar con su tarea. La labor de la fiscalía es esencial en los diferentes procesos abiertos contra aquellos que, desobedeciendo al Tribunal Constitucional, pueden haber sido autores de serios delitos contra el bien de la unidad.