Financiación singular

El lunes sabremos cómo materializa el Gobierno su acuerdo con ERC de financiación singular para Cataluña. El acuerdo inicial partía de la tesis de que ha estado financiada de modo inadecuado, por debajo de lo que le correspondía. Esta primera afirmación desde el punto de vista científico no es cierta. Cataluña no está entre las Comunidades Autónomas con peor financiación.

El compromiso de los socialistas fue que Cataluña gestionará, recaudará y liquidará todos los impuestos. Después se haría por parte de la Comunidad Autónoma una aportación a los gastos del Estado. Si esta cesión comienza ya el año que viene con la gestión del IRPF, la Generalitat gestionaría ya la mitad de los impuestos. Se convertiría así, de hecho, en una comunidad que estaría fuera del régimen común y tendría un sistema similar al del cupo vasco o al foral navarro. Esta fórmula supone romper con el principio de igualdad. El sistema de financiación autonómica tiene mucho que mejorar: es demasiado complejo, poco eficaz y transparente. Pero en este caso estaríamos hablando de limitar la solidaridad de Cataluña con el resto de España.

Habrá que esperar a los argumentos que esgrime el Gobierno para intentar conciliar financiación singular con igualdad. Y habrá que esperar, sobre todo, a la tramitación parlamentaria del cambio. El Gobierno cuenta con una mayoría muy exigua, y Junts querrá hacerse notar antes de dar el visto bueno a algo pactado con ERC. Lo cierto es que estamos ante una nueva cesión a costa de lo que es de todos.