Los Reyes de España inician hoy su primer viaje de Estado a Marruecos, después de cuatro aplazamientos por razones de salud de Mohamed VI. La visita ha sido acogida por la Casa Real marroquí como un reflejo de la profundidad y la calidad de las relaciones bilaterales. El encuentro en Rabat se presenta dentro de un clima de cordialidad y serenidad que no siempre ha existido a lo largo de la historia reciente. De siempre han planeado en nuestras relaciones los nubarrones del conflicto del Sahara o de la pesca, cuando no han sido las reclamaciones marroquíes sobre Ceuta y Melilla o las tensiones derivadas de las corrientes migratorias ilegales.

Por encima de ellos se ha impuesto en los últimos años una voluntad común de pragmatismo para acentuar los amplios campos de cooperación, como son las relaciones comerciales y económicas así como la lucha contra el terrorismo que amenaza las dos orillas del Mediterráneo. España ha pasado a ser el primer cliente y proveedor de Marruecos cuando antaño lo era Francia, además de haberse asentado unas ochocientas empresas españolas que están contribuyendo eficazmente al desarrollo económico marroquí, uno de los más estables del Norte de África. La visita de los reyes de España supone la reafirmación de una amistad estratégica, indispensable para la estabilidad de las relaciones euro-africanas.