Thatcher, May: estos son los primeros ministros conservadores apartados por su propio partido
Las mociones de confianza son una prueba de fuego para los líderes de los partidos políticos en Inglaterra. La historia habla de que es muy complicado sobrevivir a esta votación

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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El primer ministro británico, Boris Johnson, sobrevivió a la rebelión de su propio Partido Conservador, pero el gran número de diputados que le retiraron la confianza siembra enormes dudas sobre su capacidad de mantener el cargo a medio plazo. Pese a que 211 parlamentarios "tories" le apoyaron en una moción de censura interna, frente a los 148 que votaron contra él, el resultado coloca a Johnson en una posición frágil de la que le resultará complicado salir.
Se trata más que nunca de una victoria pírrica, entendida, en su acepción original, como aquella en la que el vencedor sale peor parado que el vencido. En la despiadada tradición del partido Tory, muchos de sus diputados no han dudado en revolverse contra el líder una vez que es percibido como una debilidad ante el electorado.
De poco le valdrá la mayoría absoluta de 80 diputados de la que goza en la Cámara Baja si es incapaz de recabar el apoyo de sus propios compañeros para sacar adelante la legislación que desea. Para sus detractores, la cuenta atrás se acaba de poner en marcha para Johnson. Sin embargo, mal harían en subestimar la resistencia de un político que ha demostrado una capacidad sobrehumana de salir indemne de muchas crisis y un apego extraordinario por el cargo.
Una moción que deja consecuencias
La historia no habla bien de los miembros del partido Tory que se enfrentan a una moción de confianza, y es que llegar a estos puntos dentro del seno del partido nunca es buen síntoma. Perder la confianza de gran parte de las personas que forman parte de tu partido político no es una situación cómoda, y es síntoma de que un ciclo está al borde de su final.
El porcentaje de diputados que respaldaron a Johnson fue del 59 %. A modo de comparación, su predecesora Theresa May consiguió el apoyo del 63 % en 2018 cuando era asediada por sus problemas para sacar adelante el Brexit. También ha salido peor parado que otros exlíderes conservadores, como Margaret Thatcher o John Major, que afrontaron rebeliones internas. Para todos ellos, la votación fue el principio del fin. Para Johnson, sin embargo, fue un resultado "decisivo" y "convincente", que permitirá a su Gobierno pasar página del escándalo de las fiestas.
Sin embargo, de las palabras de Johnson a lo que realmente suceda después, hay un paso bastante grande. Repasando los antecedentes mencionados, el primero que nos encontramos es el de Theresa May, la mujer que sustituyó a James Cameron como Primera Ministra del Gobierno de Su Majestad. May salió airosa con más porcentaje de apoyo, como ya hemos mencionado, pero tan solo seis meses después presentó su dimisión del cargo entre lágrimas.
Otra mujer empoderada del Reino Unido fue Margaret Thatcher, quien en el año 1990 tuvo que hacer frente, igualmente, a una moción de confianza de la que sí que es cierto que salió indemne, pero que nuevamente trajo consigo una dimisión. El caso de Thatcher fue uno de los más sonados en su momento; y lo cierto es que no fue mucho tiempo después, acabó renunciando solamente ocho días después de dicha votación.
El panorama no parece muy optimista para el hombre que completó el Brexit; y es que a tenor de lo vivido anteriormente, el futuro que se plantea para Boris Johnson, cuenta con casi la mitad de la bancada de su partido, con una alta desconfianza acerca de las gestiones que realiza dirigiendo el gobierno del Reino Unido.