Todos los miembros de una de las óperas más prestigiosas del mundo se encuentran ya bajo control médico y la mayoría son asintomáticos. Los gestores tratan de esclarecer el foco de contagio y de momento cuentan con una clara evidencia. Según revela la Agencia EFE el mayor número de positivos se encuentra entre los coristas y flautistas, que durante los ensayos no utilizan mascarilla, mientras que no se ha dado ningún caso de positividad a la COVIV 19 entre el cuerpo de baile, que las llevan puestas en todo momento.

Las autoridades sanitarias han dispuesto una cuarentena de diez días tanto para la orquesta como para el coro, por lo que no se está realizando ningún tipo de ensayo.

La venta de abonos no se suspendía desde los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial

El mismo día en el que el gobierno italiano decretó el cierre de teatros hasta el próximo 24 de noviembre, La Scala anunció el reembolso de las entradas de sus espectáculos hasta esa misma fecha.

Lo que no había vuelto a ocurrir desde que la ciudad fuera bombardeada durante la II Guerra Mundial es que se haya suspendido la venta de abonos. Una decisión insólita que confirma la incertidumbre que existe sobre el futuro de la programación.

Mientras tanto los amantes de la ópera cruzan los dedos para que sea posible inaugurar la temporada lírica, que cada año tiene lugar el 7 de diciembre, uno de los grandes acontecimientos culturales del país. Todo dependerá del avance de la pandemia que sigue golpeando con gran virulencia a Lombardía. Este año, la ópera escogida para abrir la temporada ha sido una pieza de Donizetti: Lucia de Lammermoor.

En realidad, este teatro no ha vivido un pasado fácil. En 1776, un incendio destruyó el Teatro Real Ducal, sede original de la ópera en Milán, por lo que fue necesario construir la sede actual, que tomó su nombre de los terrenos donde fue erigido. Antiguamente allí se encontraba la iglesia de Santa Maria alla Scala. El teatro fue inaugurado el 3 de agosto de 1778.

El mundo de la cultura de Italia, contra el cierre de cines y teatros

Una de las personas con más prestigio de Italia, el director de orquesta Riccardo Muti ha levantado su voz contra la decisión del Gobierno de cerrar los cines y los teatros hasta el próximo 24 de noviembre para frenar el incremento de contagios. La carta abierta publicada en "Il Corriere della Sera" ha causado un gran revuelo en la sociedad italiana: "Cerrar las salas de conciertos y teatros es una decisión grave. El empobrecimiento de la mente y del espíritu es peligroso y también daña la salud del cuerpo" (../..) "Tal decisión no tiene en cuenta los sacrificios, sufrimientos y responsabilidad ante la sociedad civil de miles de artistas y trabajadores que ahora, con razón. se sienten ofendidos y llenos de aprensión por el futuro de sus vidas".

Esta misma recriminación al gobierno ha sido unánime en todo el sector de la cultura y del espectáculo. Han tenido que volver a cerrar sin tener tiempo de recuperarse de las inversiones realizadas tras haber tenido que adaptarse a los protocolos sanitarios. El ministro de Cultura, Dario Franceschini, ha prometido ayudas económicas para todo el sector.