Demócratas y republicanos se disputan el control del Senado y de la Cámara de Representantes en los comicios celebrados este martes. Ambas cámaras han estado bajo el control demócrata en estos dos primeros años de mandato de Joe Biden, pero si finalmente hay un cambio de control, como parece que puede darse, afectará la agenda del actual presidente, que podría ver bloqueadas varias de sus iniciativas.

El desenlace definitivo tardaremos en conocerlo porque el recuento en Pensilvania y Georgia va a ser clave para la mayoría en el Senado y se va a prolongar durante días, incluso puede darse la circunstancia de que Georgia vaya a una segunda vuelta.

A las 8 de la mañana se puede hablar de una victoria ajustada de los republicanos pero suficiente en la cámara de los representantes, ahora mismo es de 195 contra 176. El Senado se renueva en un tercio de senadores y ahora mismo parece que el resultado es favorable a los demócratas por un escaño.

"Si la cámara de representantes, que es la que controla el dinero, está en manos de los republicanos, le hace más difícil la gestión a Biden", ha señalado este miércoles Carlos Herrera en su monólogo de las 8.

CÁMARA DE REPRESENTANTES

En Washington, siguiendo la última hora del recuento, se encuentra el corresponsal de COPE, Juan Fierro. Explica que los republicanos están más cerca de la mayoría en la Cámara de Representantes, que podría cambiar de manos en las próximas horas. Según los últimos datos actualizados, los republicanos tendrían 180 escaños -necesitan llegar a los 218 para tener la mayoría- frente a los 167 de los demócratas. Aquí, los republicanos aspiran a superar a los demócratas en, al menos, 20 escaños.

SENADO: PENSILVANIA CAE DEL LADO DEMÓCRATA

Mucho más reñida está en la competencia en el Senado, donde se renueva un tercio de la cámara, es decir, 35 de los 100 senadores, y donde la mayoría está en 51.Los últimos datos apuntan a un empate a 48 senadores para cada partido.

Los demócratas están aguantando mejor de los previsto en las encuestas y van a perder la cámara de representantes por un margen menor de lo esperado.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) se llevó un varapalo en Pensilvania, donde los demócratas vencieron a los dos candidatos que Trump había apoyado para la gobernación y para uno de los escaños del estado en el Senado.

Pensilvania era uno de los estados donde más esfuerzo habían invertido Biden y Trump: ambos dieron comienzo allí a la campaña electoral en septiembre y el pasado sábado celebraron grandes mítines en ese estado, en un intento por arañar los últimos votos.

Pensilvania está considerado un estado péndulo y fundamental para cualquier candidato que quiera hacerse con la Casa Blanca por su peso en el Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente de Estados Unidos.

Obama ganó Pensilvania en los comicios de 2008 y 2012, Trump se lo arrebató a los demócratas en 2016 y Biden lo recuperó en 2020. EFE

EL TSUNAMI 'ROJO' SE DESINFLA

El Partido Republicano estadounidense preveía en los comiciosun gran "tsunami rojo" con el que recuperar el poder en el Congreso, pero las proyecciones adelantadas hasta ahora, según admitieron miembros destacados de esa formación, no cumplen esas grandes expectativas.

El color rojo identifica a los republicanos, mientras que el azul es el demócrata.

Actualmente los demócratas tienen la mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, pero una ganancia neta de cinco escaños en la primera y de uno en la segunda haría que la oposición recuperara el poder.

En la Cámara Alta sus 100 escaños están divididos a la mitad entre ambos partidos y los progresistas inclinan la balanza a su favor solo por el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris.

Incluso el expresidente republicano Donald Trump, que compareció por la noche de forma inesperada para comentar los primeros resultados, evitó aventurar cifras globales, para celebrar solo las victorias ya aseguradas.

El bando demócrata había reducido su optimismo conforme las últimas encuestas reducían sus posibilidades en ambas cámaras, pero incluso si llega a perder su actual mayoría, ha hecho saber ya su alivio al haber evitado potencialmente el hundimiento en las urnas.