En la historia de Italia solo se había experimentado un descenso de población tan grave en 1918, cuando la gripe española provocó la mitad de los 1,3 millones de muertos que hubo ese año.

Cada vez que el Instituto Italiano de Estadística (Istat) actualiza las cifras sobre su población, el panorama es más sombrío para el futuro de Italia. El pronóstico es grave porque estadísticamente se prevé una pérdida de más del 20 por ciento de su población en los próximos 50 años.

En 2021 la población cayó en más de 250.000 personas lo que unido al descenso de 2020 suma una reducción de más de 600.000 habitantes en estos últimos dos años.

El coronavirus ha originado que Italia baje de los 59 millones de habitantes. Los fallecidos superan los 157.000, pero la pirámide poblacional acarreaba antes de la pandemia un constante descenso de los nacimientos. El llamado invierno demográfico en Italia tuvo como punto de inflexión 2015. Desde ese año el país tiene cada año menos habitantes. En 2020 las cifras del Instituto Nacional de Estadística italiano marcaban la pérdida de 384.000 habitantes de golpe, como si hubiese desaparecido de repente una gran ciudad como Florencia.

En 2020 Italia registró un nuevo mínimo histórico de nacimientos desde que se proclamó la unidad de Italia en 1861, hace 160 años. Sólo nacieron 404.000 niños, una cifra que se ha ido reduciendo. El país ha registrado durante mucho tiempo una de las tasas de natalidad más bajas de Europa, pero la situación ha empeorado aún más con la pandemia de coronavirus.

El primer ministro Mario Draghi prometió encarar el problema cuando asumió la jefatura del gobierno, pero de momento los nacimientos siguen sin aumentar.