Es la mayor revolución legislativa para luchar contra el cambio climático en Europa. Una de las primeras medidas será acabar con la venta de los coches de gasolina, diésel o híbridos para el año 2035. A partir de entonces solo se venderán en Europa coches eléctricos o de hidrógeno con cero emisiones.

Es decir, dentro de 14 años no estará a la venta el coche que hoy circula por las calles de cualquier ciudad europea y que llenamos de gasolina o diésel en cualquier estación de servicio.

Podrán seguir circulando, de todas formas, poco a poco acabarán en el mercado de segunda mano hasta su desaparición definitiva. Se trata de una propuesta profundamente ambiciosa para luchar contra el cambio climático.

Hasta el momento todas las iniciativas para reducir la emisión de CO2 de los coches ha resultado un sonoro fracaso. Cada vez hay más vehículos, las ciudades están más saturadas y los atascos siguen siendo la tónica habitual en las horas punta de cualquier capital europea. Las iniciativas como más carriles bici o el cierre del centro de las ciudades no han dado los resultados esperados.

La industria del automóvil ya se está moviendo para la transición que les lleve a la fabricación de los coches eléctricos.

Por cierto, que Ejecutivo Comunitario prepara un paquete adicional para los transportistas y camiones de gran tonelaje, uno de los sectores más importantes en Europa.

PUNTOS DE RECARGA

La Comisión Europea espera invertir 15.000 millones de euros para crear una red de puntos de carga en todo el territorio europeo. Los motores de estos coches irán evolucionando y cada vez serán más duraderos, no obstante, van a necesitar una carga externa para su funcionamiento. Bruselas espera que la inversión público privada también ayude a suministrar estos puntos de carga.

NEUTRALIDAD CLIMÁTICA 2050

Sin duda alguna este es uno de los puntos más importantes del conocido como “fit for 55”, es decir el objetivo de conseguir la neutralidad climática en Europa para el año 2050. Prohibir la venta de coches diésel, gasolina e híbridos es solo una parte más de todo el paquete que ha preparado la Comisión Europea.

La nueva legislación busca reducir en un 55 por ciento las emisiones de efecto invernadero antes de 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Alcanzar la neutralidad climática supone que solo se emitan aquellos gases que puedan absorber sumideros como los bosques.