El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, y el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, han discutido a gritos en el Ala Oeste por temas de inmigración, y la disputa ha sido tan fuerte que algunos pensaron que uno de los dos dimitiría, informaron varios medios locales.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha estado presente al comienzo del enfrentamiento, de acuerdo con los medios, aunque después ha asegurado en declaraciones a los periodistas que no había "oído" nada sobre una pelea entre sus dos asesores.

La discusión ha sucedido al lado del Despacho Oval y ha comenzado con una conversación sobre una reciente información de prensa que revelaba que las detenciones de indocumentados que cruzan la frontera entre México y EE.UU. aumentó notablemente en septiembre, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal.

Bolton ha criticado entonces a la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kirstjen Nielsen, y ha dicho que debía empezar a hacer su trabajo, algo que ha irritado a Kelly, quien se considera un mentor de esa alto cargo, ha indicado la cadena de televisión CNN.

Según ese canal, Trump se ha puesto del lado de Bolton en la discusión, algo que ha aumentado los rumores en la Casa Blanca sobre una posible dimisión de Kelly.

Los dos asesores han intercambiado insultos y la discusión ha sido tan agitada que algunos en el Ala Oeste pensaron que uno de los dos podría renunciar en cuanto ha acabado, pero fuentes de la Casa Blanca han descartado después que ninguno de los dos piensa abandonar su cargo.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha tratado de atajar las conjeturas al respecto con un comunicado.

"Aunque resolver el problema de la inmigración ilegal es un tema que nos apasiona, no estamos enfadados los unos con los otros", ha asegurado Sanders, quien ha afirmado que la ira de la Casa Blanca se dirige solo hacia la oposición demócrata por "no ayudar" con los problemas en la frontera.

Según varios informes de prensa, la relación entre Kelly y Trump se ha deteriorado este año después de que el jefe de gabinete afirmara en una entrevista en enero que el presidente no estaba "completamente informado" cuando hizo algunas promesas de campaña en 2016, como la relativa a la construcción del muro.