Por activa y por pasiva, tanto el presidente Biden como los principales representantes de su administración, han insistido que no habrán fuerzas estadounidenses en Ucrania para hacer frente a una invasión rusa.

La economía es el objetivo militar de Estados Unidos en el actual conflicto de Ucrania. Washington quiere aprovechar lo que considera como debilidades rusas como la falta de apoyo popular en Rusia a la aventura militar de Putin y el propio estado de la economía rusa, que en tamaño es la mitad de la economía de California.

Muchos expertos coinciden en afirmar que las últimas sanciones dictadas por la UE y los EE.UU solo rozan la piel del oso ruso, pero coinciden en decir que lo más importante está todavía por ver. Si continúa la escalada de Putin todo apunta que así seráN las próximas sanciones que tocarán sectores estratégicos y tampoco se dejará de lado la parte militar.

Los próximos pasos del presidente Biden en esta crisis señalan a más sanciones, pedir la activación de la fuerza de reacción rápida de la OTAN y a incrementar efectivos militares en los países del este de Europa miembros de la Alianza Atlántica.

Además, Washington afronta la crisis de Ucrania con la designación por parte de Biden de un nuevo miembro del Tribunal Supremo y el discurso sobre el Estado de la Unión que debe pronunciar el presidente ante el Congreso. Putin ha salido victorioso, hasta ahora, de todas sus aventuras militares. En Washington, los expertos militares aseguran que el gran despliegue de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania y Bielorrusia no es suficiente para hacerse con un país de la extensión de Ucrania y con más de 4 millones de habitantes.