Era un día 16 de agosto, festividad de San Roque, pero en el año 2005 y en un momento en que las tropas españolas desarrollaban una misión de paz en Afganistán. Fue al noroeste del país, cerca de la ciudad de Herat, donde nuestro ejército realizaba con frecuencia diferentes maniobras.

Aún a día de hoy se desconocen de manera concreta los detalles del accidente aéreo, incluso se sospechó en su día de que se tratara de ataque por aire. Lo que fue un hecho, es que dos helicópteros de las fuerzas aéreas sobrevolaban la zona del Valle de Herat cuando de repente uno de ellos se precipitó al suelo colisionando de manera grave. El otro aparato realizó un aterrizaje de emergencia con la intención firme de socorrer a los soldados accidentados. En el helicóptero Cougar viajaban doce miembros del regimiento Isabel la Católica de la Brilat, con base en Pontevedra y los otros 5 procedían de Sevilla.

Tras manejar varias teorías, destacaban varias que apuntaban a un fallo mecánico en el propio helicóptero, algo que negó el gobierno del entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Por otro lado, otra pesquisa invitaba a pensar que el siniestro se produjo a consecuencia de un ataque a la aeronave, y otras sospechas invitaban a creer que una tormenta de arena había protagonizado el triste desenlace para los miembros de las Fuerzas Armadas Españolas.

En total, son más de una centena la cantidad de españoles que durante los últimos veinte años han perdido la vida en suelo afgano debido a una guerra en la que de nada sirvió todo el derramamiento de sangre para la causa de la OTAN. Sea como fuere, las variadas teorías para explicar lo ocurrido, nunca fueron capaces de poner luz al 100% respecto a lo que había ocurrido sobre suelo afgano en el segundo accidente aéreo más grave de nuestro ejército.

"España debe expatriar a nuestra gente"

Mientras el recuerdo perdura por aquellas víctimas, en estos momentos en Afganistán continúa el caos y desconcierto dentro del país; y es que hay un punto de desconcierto y preocupación y es la situación de los aliados españoles. "Están matando a muchos colaboradores de la alianza". Estos colaboradores son traductores afganos que trabajaron al servicio de la OTAN y en concreto también, al servicio del ejército español.

Su situación es delicada y comprometida, hasta el punto de llegar a temer por su vida y las de sus familias si no salen de Afganistán, por ello piden socorro y auxilio para que los ejércitos de la coalición procedan a sacarlos de un país que en los próximos meses estará completamente dominado por el bando talibán.