El Gobierno ha hecho de la necesidad virtud tras tropezar con el giro estratégico del líder popular. La oferta parcial de Pablo Casado lanzada este miércoles a la cara de Pedro Sánchez ha dejado fuera del paquete de órganos por renovar al Consejo General del Poder Judicial, pues exige una reforma para que sean los jueces quienes elijan a sus colegas. Sin embargo, la iniciativa de Casado ha desarmado a Sánchez tan dado a adornarse con la supuesta cerrazón del PP antes que resolver el bloqueo.

El jefe de la Oposición pilló a todos a contrapié al tomar la iniciativa en la sesión de control. “Renovemos ya los demás órganos constitucionales, como nos obliga la Constitución, en un procedimiento que no socavó el PSOE”, le requirió Casado a Sánchez, excluyendo al CGPJ. Una mano tendida que el presidente del Gobierno rechazó censurándole por “tener una visión ventajista de la legalidad”. “Cumpla con toda la legalidad democrática”, instó Sánchez. Esa falta de cintura forzó a moverse a Félix Bolaños y, primero, a telefonear a Teodoro García Egea, para, finalmente, mantener por la tarde una reunión en el Congreso.

La toma de contacto entre ministro de la Presidencia y secretario general del PP sirvió para constatar la lejanía de sus posiciones de partida, pero ni uno ni otro cerró la puerta a la negociación. Se emplazaron a hablar para lograr un acuerdo que permita el desbloqueo, “tal y como mandata la ley y la Constitución”, incidieron fuentes gubernamentales. Los populares ponen sobre la mesa órganos como el Tribunal de Cuentas, el Constitucional o el Defensor del Pueblo. Enfrente, el Gabinete quiere extender el pacto a todas las instituciones, incluido el CGPJ.

La Moncloa busca atribuir a Casado una rectificación, “un bandazo”, según el relato oficial, porque, ha asumido tener ante sí dos años de Legislatura y, aseguraron, van a aprovechar esta ocasión. Hasta el punto de no descartar el equipo de Pedro Sánchez que los populares, una vez sentados a la mesa de negociación, renueven el Poder Judicial dejándose de cambios en la ley. Y ello a pesar de representar una recomendación europea. No obstante, los socialistas parecen decididos a cerrar los ojos ante tal solicitud de Bruselas.

En ese guion se encuadra la incapacidad de Sánchez de contactar él mismo con Casado en la tentativa de cerrar un acuerdo que ya pareció hecho en demasiadas ocasiones. El último contacto entre ambos tiene fecha del pasado 18 de mayo Fue cuando el presidente del Gobierno devolvió una llamada al jefe de filas del PP ante la crisis diplomática con Marruecos por la entrada ilegal y masiva en Ceuta de miles de personas para responder a la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Desde entonces, hace ya prácticamente cinco meses, el contacto entre Pedro Sánchez y PabloCasadoha sido inexistente.