Eran cerca de las 11 de la noche del lunes, llovía con intensidad y de repente un escandaloso estruendo sobresaltaba a los vecinos de la capital navarra. Ese tremendo estallido era un potente trueno con su correspondinte rayo, que pese a su aparatosidad no ocasionó ningún daño.
Los usuarios de Twitter no tardaron en colgar numerosas imágenes y vídeos que mostraban el momento.
Sin embargo los rayos y los truenos solo estuvieron acompañados de un poco de lluvia, 1,3 litros por metro cuadrado en cuarenta minutos. Tampoco hubo un número significativo de rayos; cerca de 160 entre las diez y las doce de la noche.