Ya no se oculta la buena sintonía que existe entre el Gobierno de coalición, presidido por Pedro Sánchez, y Bildu. Sobre todo en aspectos necesarios para mantener en pie los pilares que permitan a la legislatura alcanzar el otoño del año 2023.

En este sentido, el apoyo mostrado este lunes públicamente por Otegi a las cuentas públicas diseñadas por el Ejecutivo es el último escalón para poder hacer efectiva esa buena sintonía en la que existen otros intereses, tanto a nivel nacional como en el País Vasco, que puede ser protagonista de la crónica política en las próximas semanas y meses.

Sobre ello, el entendimiento de Pedro Sánchez con Bildu se sustenta sobre el papel en tres compromisos: convertir el escudo social en permanente, desbloquear la tramitación de una ley para tramitar el Fondo de Reparación a las víctimas del amianto, dotado de 25 millones de euros, y asegurar la emisión en toda Navarra del canal ETB3, canal de la Televisión Pública Vasca con contenido infantil en Euskera. Además, también se han acordado enmiendas relacionadas con infraestructuras por un total de 10 millones de euros.

Otro acuerdo alcanzado es la suspensión de procedimientos de desahucio o lanzamientos para personas vulnerables sin alternativa habitacional y también el aplazamiento temporal del pago de la renta del alquiler de personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica: "Van a ser permanentes mediante su inclusión en la tramitación parlamentaria Ley de Vivienda", ha señalado la portavoz de Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua.

El pacto ha llegado algo más de un mes después de que Arnaldo Otegi destapase el plan de Sánchez para conseguir el apoyo de la formación nacionalista a los Presupuestos. Entre esos planes estaba permitir la salida de la cárcel de 200 presos de ETA.

Pero, aunque la salida adelante de los Presupuestos es el principal motivo de entendimiento en estos momentos, el Partido Socialista y Bildu se habrían marcado otros retos, como da aire a la legislatura e intentar que Sánchez siga gobernando en la siguiente.

Además, en el plano autonómico, también ha tomado mucha fuerza en las últimas semanas que un acercamiento entre PSOE y Bildu sea el detonante de un posible acuerdo de gobierno en el País Vasco, pacto que sacaría de la presidencia al Partido Nacionalista Vasco.

Esta idea toma aún más poder después de la llegada a la dirección del PSE de Eneko Andueza, que no ve con malos ojos la posibilidad de pactar un gobierno autonómico con Bildu. El nuevo líder de los socialistas vascos se ha caracterizado por ser una voz crítica con el PNV. En este sentido, la primera prueba de fuego se producirá en las elecciones municipales de la primera de 2023, fecha que puede ser el punto de partida para un posible Gobierno autonómico PSE-Bildu en 2024.

El 'abrazo' de Bildu abre la puerta al acuerdo con ERC

El visto bueno de Otegi a las cuentas públicas del Gobierno genera también movimientos en las bancadas nacionalistas e independentistas del Congreso de los Diputados. La tradición respecto a que formaciones como Bildu y ERC voten en bloque en la Cámara Baja hace más fácil a Sánchez alcanzar los votos necesarios.

En este sentido, Otegi ha explicado que se han producido "avances" en las negociaciones de los PGE y ha hecho especial mención de ERC, que ha trabajado con EH Bildu en la "mejora" de estas cuentas, y en la "defensa de los intereses de Cataluña y Euskal Herria", a lo que ha añadido que "Podemos ha coadyuvado" también. Además, este lunes Sánchez también ha sumado el beneplácito de los dos diputados de 'Más País-Equo'. En este contexto también entra el PNV, que aunque todavía no ha confirmado su apoyo al Gobierno sí ha indicado avances en las conversaciones.

La oposición critica el acuerdo

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Los partidos de la oposición se han mostrado muy críticos con el acuerdo entre PSOE Y Bildu para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. El líder de los populares, Pablo Casado, presente este lunes en Bilbao, ha señalado que el pacto "hiela la sangre" de las víctimas y evidencia el "eclipse moral" que sufre el Partido Socialista.

También, la número uno de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha mostrado su pesar por el acuerdo: "Si los PGE le gustan a un secuestrador como Otegi no pueden ser buenos para España".