Pedro Sánchez guarda en el más absoluto secretismo la evolución de las negociaciones para lograr una reelección rápida antes de Navidades, pero ha decidido tirar de Plan B en los apoyos siempre sin renunciar al Plan A.. El Presidente del Gobierno ha activado la alternativa de Cs aún cuando mantiene lograr como trayecto prioritario la abstención de ERC y su equipo sigue el empeño en atraerse a unos independentistas prestos a presionar con su consulta a las bases.

Frente a la vuelta de tuerca de los separatistas, el PSOE prefiere aguardar acontecimientos o, al menos, eso trasladan desde la sede de Ferraz. No obstante, la vicesecretaria general, Adriana Lastra, les reclamaba este jueves una reflexión: “No valoramos los procedimientos internos de otras organizaciones políticas. En todo caso, solamente hay dos fuerzas políticas en este país que siempre han apostado por el diálogo, que son PSOE y Podemos, y ello debería servir de reflexión para Esquerra Republicana de Cataluña”.

Con el tablero político en pleno movimiento, una red de seguridad para Sánchez la podrían representar Cs. Inés Arrimadas, que reveló el miércoles en Herrera en COPE haber recibido una llamada del Gobierno para emplazarla a una reunión, se verá con Carmen Calvo, aunque la cita, a priori, no será antes del próximo 3 de diciembre, cuando la dirigente naranja se convierta en la presidenta portavoz del grupo parlamentario.

La pretensión de Calvo, según sostienen a la Cadena COPE fuentes de La Moncloa, es lograr que Arrimadas “cumpla con el compromiso electoral del ex líder, Albert Rivera, de facilitar el desbloqueo”. Quieren ver fuentes gubernamentales en el difícil trance de la formación, en pleno trance para quedar en manos de una Gestora durante los próximos meses hasta completar la sucesión en unas primarias, la falta de margen para renegar de esa promesa “patriótica”.

La propia Inés Arrimadas ya ha adelantado este jueves en una entrevista en Telecinco que el PSOE ha elegido a sus socios para configurar un “pacto del insomnio” que sus siglasno van a respaldar. Y, sin embargo, en La Moncloa han llegado a tener sobre la mesa la cuadratura del círculo: La investidura tanto con el concurso de ERC como de Cs.