El coronavirus no es el único caballo de batalla que tiene por delante el Gobierno en este inicio de curso político. Los Presupuestos Generales del Estado también prometen ser un asunto de altos vuelos en la agenda del Ejecutivo. Y más por la pugna que todo parece indicar que protagonizarán el PSOE y Unidas Podemos al hilo de los mismos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, encabezará la facción socialista en la mesa de negociación presupuestaria. Por su parte, Nacho Álvarez representará a Podemos en el primer gran 'tira y afloja', pandemia mediante, que debe afrontar el Ejecutivo tras el verano. ¿Quién es el hombre de confianza de Pablo Iglesias para una cuestión en absoluto baladí como esta? Desconocido para el gran público, es uno de los grandes nombres en la sombra de la formación morada.

Un especialista en economía

Álvarez es el secretario de Estado de Economía Social en la vicepresidencia segunda del Gobierno. Antes de llegar a las más altas instancias, fue el secretario de Economía de Podemos. O lo que es lo mismo, la máxima autoridad del partido en materia económica.

Su currículum siempre ha estado orientado a esta área. Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, fue profesor universitario en el Departamento de Estructura Económica de la Universidad Autónoma madrileña. Además, trabajó como investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales y realizó estancias académicas en universidades de Noruega, Portugal y Francia.

Incluso extrapoló su especialización económica al campo de los libros, ya que Álvarez es coautor de tres vinculados a esta temática: uno sobre el paro (Qué hacemos con el paro), otro sobre la deuda (Qué hacemos con la deuda) y uno más sobre la crisis (Economía Política de la Crisis).

La opinión de Nacho Álvarez al hilo de los Presupuestos

Como responsable de la política fiscal de Podemos en las últimas campañas electorales, los planteamientos de Álvarez de cara a los nuevos Presupuestos Generales del Estado están claros: recaudar más impuestos y que la carga fiscal de empresas y contribuyentes sea mayor. Es más, el ahora secretario de Estado tiene una cifra en mente para cumplir esos anhelos. Nada menos que 40.000 millones de euros más de recaudación.

Una de las patas de su modelo sería el 'impuesto a los ricos', que tanto han defendido Iglesias y los suyos de un tiempo a esta parte. De ahí se sacarían 10.000 euros. Lo demás llegaría procedente del impuesto de sociedades y otra serie de añadidos del estilo.

Álvarez también defiende que el déficit del Estado se quede en un 2% (aunque a Bruselas se le ha asegurado que este será más bajo). Además de la renta mínima, cuyo coste podría acarrearse mejor con el ya comentado impuesto para las grandes fortunas.

Empresas y familias se verían más hostigadas por los impuestos con la 'excusa' de que España recauda mucho menos en materia fiscal que buena parte de Europa. El experto económico de Podemos también defiende, por último, que se cree un banco de inversión público y una empresa energética pública. En pos de la transición ecológica más que defendida por este Gobierno.

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Esas son las líneas maestras de Podemos y Álvarez en una negociación que se presume tensa, ya que el PSOE, con Montero a la cabeza, es más partidario de que los cambios sean progresivos. Y no tan vertiginosos como les gustaría a sus socios en el poder.

El cisma con Iglesias que él mismo arregló

La presencia de Nacho Álvarez en la Ejecutiva de Podemos y en su Consejo Ciudadano Estatal llegó a ser nula a principios de 2017. ¿Por qué? Tanto él como Carolina Bescansa dimitieron entonces, al considerar que tanto Pablo Iglesias como Íñigo Errejón (denominados “los equipos más fuertes” del partido y también “el eje de confrontación”) actuaban “de espaldas a la voluntad de diálogo y acuerdo”.

Álvarez y Bescansa salieron de las listas de Podemos para Vistalegre II. “Sencillamente creemos que seremos más útiles trabajando para la recuperación de los grandes debates políticos que fundaron Podemos, y para impulsar los acuerdos que tendrán que producirse después de Vistalegre. En estos momentos, eso sólo lo podremos conseguir dando un paso hacia el margen en esta escena”, aseguraron en aquel momento a través de un comunicado.

Ya que no pudieron “desactivar el enfrentamiento, evitar el choque de trenes y permitir al conjunto de la organización debatir sobre proyectos políticos y propuestas organizativas”, ambos dirigentes tuvieron que retirarse. A pesar de que creían que su posición era “mayoritaria” en Podemos.

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Os hubiera querido con nosotr@s compañeros @nachoalvarez_ y @CBescansa pero respeto la decisión. Sigo contando con vosotros. Gracias pic.twitter.com/6XFNTxMZiV

— Pablo Iglesias �� (@PabloIglesias) February 1, 2017

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En aquel momento, Iglesias mostró sentimientos encontrados tras conocer la noticia. “Os hubiera querido con nosotr@s compañeros @nachoalvarez_ y @Cbescansa, pero respeto la decisión. Sigo contando con vosotros. Gracias”, escribió en Twitter. La última parte del mensaje se cumpliría en el caso de Álvarez, al que el líder de Podemos no tardaría en repescar para su equipo.

No cabe duda, tanto tiempo después de que aquel cisma quedase resuelto, que la confianza de Iglesias en su especialista económico quedó restablecida. Ahora es más que amplia, dada la responsabilidad que tiene. Tanto en la vicepresidencia segunda del Gobierno como en estas negociaciones tan trascendentales a colación de los Presupuestos Generales del Estado. Sin duda, el resultado en lo que a Podemos concierne dependerá de lo que consigua 'rascar' Nacho Álvarez.