Tres meses y una semana después, el polémico estado de alarma con el que se decretó en España el confinamiento de la población, ha finalizado. España entra así de lleno en la llamada “nueva normalidad” con mascarilla y distancia social, con límites de aforos y sistemas de turnos, con responsabilidad y paciencia, mucha paciencia, porque la epidemia de coronavirus no ha terminado, es más, en otras partes del mundo se “está acelerando”, como ha advertido el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom.

A los 98 días de estado de alarma por decreto le sucede ahora una “nueva normalidad” también decretada, en la que se podrá hacer casi todo, pero de otra manera, se podrá hasta votar en julio en el País Vasco y Galicia o ir de vacaciones.

Era a finales de abril cuando el Gobierno se desmarcaba con un nuevo concepto, el 'Plan para la Transición hacia una nueva normalidad', que no era otra cosa que la desembocadura delplan de desescalada que había trazado. Pocos detalles se daban entonces sobre las normas que regirían el país más allá de junio, fecha en la que se preveía que finalizara el proceso.

LA NUEVA NORMALIDAD CHINA

A muchos ese concepto de nueva normalidad les podía sonar a chino, en sentido literal. Parece que la expresión fue ya acuñada en el marco de las nuevas condiciones financieras derivadas de la crisis de 2008 y las secuelas de la Gran Recesión. Luego se aprovechó en otros contextos, para referirse a circunstancias que siendo anteriormente peregrinas se tornaban comunes.

Pero sería en 2014, cuando quizás se hiciera más popular. Entonces el Secretario General del Partido Comunista de China, Xi Jinping, se desmarcaba asegurando que su país estaba entrando en una "nueva normalidad". El crecimiento en aquel momento del gigante asiático se estaba ralentizando, había pasado de dos dígitos, a cifras cercanas al 7%. El partido comunista anunciaba así, eufemisticamente, que el crecimiento que había dejado la desaceleración económica, pasaría a ser una realidad sostenible en el tiempo.

UN TÉRMINO COPIADO

Precisamente Carlos Herrera abundaba en esta relación en su monólogo en 'Herrera en COPE' de este lunes. Recordaba que el término 'nueva normalidad' había sido "copiado" por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "China ya lo utilizó cuando la desaceleración económica del 2012".

Una nueva normalidad, que se recupera ahora, advertía el comunicador "para acceder a las Comunidades Autónomas toda la responsabilidad y llegado el caso, toda la culpa".