El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha conmemorado este martes el 70º aniversario de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración Universal de los Derechos Humanos en una sesión especial durante la cual los estados miembro han destacado la importancia de los Derechos Humanos para la dignidad humana, la democracia, la libertad y la igualdad.

La presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Margarette Macaulay, ha manifestado que "la naturaleza misma de los Derechos Humanos, que son universales, igualitarios e inherentes a todos los seres humanos, también hace que sean irrevocables, intransferibles e inalienables".

Asimismo, ha animado a los estados miembro de la OEA a "redoblar su compromiso de proteger y defender los derechos humanos para garantizar que cada persona en nuestro hemisferio pueda vivir libre en igualdad, dignidad y derechos, como se indica en el preámbulo de la Declaración".

Por su parte, el secretario general adjunto de la OEA, Nestor Mendez, se ha referido en un comunicado a algunos de los desafíos de los Derechos Huamnos en la región y ha destacado el apoyo de la Secretaría General de la OEA a la plena autonomía e independencia de la CIDH.

El Embajador Mendez ha manifestado que "los avances en la protección de los derechos humanos en la región deben ser aplaudidos" y que "estos esfuerzos han ayudado a mejorar la vida de millones de personas en el hemisferio".

"A pesar de los desafíos persistentes, se espera que nuestra región continúe por este camino de derechos humanos para todos. Se lo debemos a nuestra gente", ha añadido.

La Declaración Americana fue adoptada en 1948. Su origen se remonta a la Conferencia Interamericana sobre los Problemas de la Guerra y de la Paz, celebrada en la Ciudad de México en 1945, donde los países de la región apoyaron la idea de establecer un sistema internacional para proteger los derechos humanos.