“El anuncio de Pablo Iglesias careció totalmente de sentido. Era un asunto zanjado con Pedro Sánchez”, trasladaron deliberadamente a la Cadena COPE desde el ala socialista del Gobierno tras escuchar al líder de Podemos meter prisa con la aprobación de un decreto en cuestión de dos semanas para extender la paralización de los desahucios sin alternativa habitacional de las personas vulnerables. “Estamos trabajando muy intensamente para tenerla lista cuanto antes”, incidió Iglesias. El lance, a ojos de la facción del PSOE, lo deja en evidencia.

Pablo Iglesias, abundaron en el Palacio de La Moncloa, “degrada la vicepresidencia”. Y es que los hay en el entorno del Presidente quienes se reconocen ya sobrepasados con sus pulsos, “incapaz de asumir su condición de partido de Gobierno”. De hecho, lo ven actuando como si fuese un socio externo necesitado de vender constantemente logros ante su parroquia. Tras la polémica enmienda de Unidas Podemos, ERC y Bildu contra los desahucios que elevó la tensión como nunca hasta entonces en el Gobierno, Iglesias dejó muy clara su disposición a sostener cuantos choques crea precisos para salirse con la suya.

“Tenemos que seguir consolidando la cultura de coalición”, advirtió el vicepresidente segundo, “que nos sitúa ante debates que lógicamente no se producían en gobiernos de partido único, pero producen resultados positivos”. A pecho descubierto. Así lo trasladó en su comparecencia de este jueves en comisión parlamentaria. Marcado el territorio, con su nítido aviso interno a navegantes, Iglesias acreditó su lucha por la paternidad de la medida contra los desahucios y lo hizo sin previo aviso a José Luis Ábalos, el negociador al otro lado de la mesa.

La nueva normativa sigue ahora mismo articulándose y, entre sus pretensiones, está vincular la prohibición a la vigencia del estado de alarma, hasta el 9 de mayo, o extender la protección a más afectados considerados en situación de vulnerabilidad antes de la pandemia. Lo que en ningún caso va a sacrificar el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es la seguridad jurídica por correr. De ahí que imperase la cautela con los plazos temporales para ajustar el rigor legal con distintos departamentos como el de Justicia.

La batalla está servida. La caja del desencuentro se ha destapado de nuevo y los detractores de Iglesias opinan que ha vuelto a saltarse la paz sellada con Sánchez en la reunión de los maitines, la cita que reúne los lunes a ambos líderes junto a sus respectivos núcleos duros. De todas formas, cercanos al Presidente todavía quieren creer que el vicepresidente se mueve por “miedo” a una crisis de Gobierno tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. “Extremo, subrayan estas fuentes, que ni siquiera va a suceder”.