El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.252 puntos, con alza de un 1,72 por ciento. Una de las estrellas del día ha sido la aerolínea hispano británica IAG, que se beneficia por el elevado ritmo de vacunación en el Reino Unido y por la intención de Londres de reabrir pronto los vuelos internacionales. La libra esterlina, por cierto, supera el cambio de 1,41 dólares. También han subido con alegría otras empresas muy expuestas a los viajes, como el gestor de aeropuertos AENA, la agencia de viajes Edreams, o la central de reservas Amadeus. Todas agradecen la lenta pero progresiva mejoría en las cifras de la pandemia y cotizan un futuro mejor con un número creciente de personas inmunes y menores restricciones al movimiento de la población.

También ha subido Enagás, que ha aumentado su beneficio un 5,1 por ciento en 2020, hasta 440 millones de euros. Además, ha anunciado un aumento del 5 por ciento en su dividendo. Muy animados también los bancos, que cotizan el repunte de los tipos de interés de la deuda, intuyen la esperanza de una pronta recuperación económica y celebran la inminente vuelta al pago de dividendo en el sector financiero.

Ha flojeado Telefónica, que reducirá su deuda en 400 millones de euros tras vender el 60 por ciento del capital de su filial de fibra óptica en Chile. Telefónica publicará resultados el jueves.

En el ámbito macro económico, hoy se ha conocido que el IPC de la zona euro ha crecido dos décimas en enero, con una tasa interanual del 0,9 por ciento. Se ha ajustado a las previsiones de los expertos. Mientras tanto el índice de confianza del consumidor de EEUU ha batido los pronósticos de los analistas. Ha alcanzado una lectura de 91,3 puntos, frente a los 90 que esperaba el mercado. Es un dato relevante porque más de dos terceras partes del PIB estadounidense depende directamente de la actividad de los consumidores. El jueves se conocerá el PIB de EEUU.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha comparecido hoy ante el comité bancario del Senado. Mañana lo hará ante el Congreso. Sus palabras son cita obligada para los inversores de medio mundo. Powell ha insistido en la necesidad de mantener los estímulos monetarios. Ha señalado que pasará algún tiempo antes de que la Reserva se plantee la posibilidad de subir sus tipos de interés o reducir sus compras de bonos y otros activos, que actualmente se producen a un ritmo de 120.000millones de dólares al mes. Ha constatado que la recuperación es muy incierta y que la economía se mantiene muy lejos de los objetivos de inflación y de empleo.

Por su parte, la gobernadora del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha asegurado hace pocas horas que vigilará de cerca los movimientos de los bonos, por si los mayores rendimientos pudieran influir sobre la recuperación económica y la financiación de las empresas. El BCE ha reiterado que mantendrá unas condiciones monetarias favorables mientras dure la pandemia. Los bonos de Estados Unidos rinden hoy un 1,37 por ciento, mientras el rendimiento de las obligaciones de referencia en España se encuentra en el 0,36 por ciento. Los grandes bancos centrales del mundo consideran por tanto que conviene apostar por la cautela para no retirar de forma prematura las medidas de estímulo económico y los programas de compra de deuda. También la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ha advertido de los peligros que entraña retirar demasiado pronto las medidas de estímulo fiscal.

En el mercado de criptodivisas, el Bitcoin continúa mostrando una enorme volatilidad. En las últimas horas ha llegado a marcar un nuevo récord histórico por encima de los 58.000 dólares, para caer después hasta 45.000. Ahí ha vuelto a remontar. Esta tarde se paga a poco más de 48.000 dólares. Mayor inestabilidad, imposible. El presidente de Tesla, Elon Musk, ha señalado que esta criptodivisa podría haber alcanzado ya niveles demasiado altos. Hace pocos días, recordemos, Tesla, compró 1.500 millones de dólares en Bitcoins. Hoy las acciones de Tesla bajan con fuerza en la Bolsa de Nueva York.