Las políticas de Igualdad están protagonizando la batalla política entre PP y Vox para pactar ayuntamientos y comunidades. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo pretende marcar distancias con los de Santiago Abascal.

Se niegan a caer en la trampa de que les identifiquen con Vox en asuntos tan delicados como la violencia machista y por eso desde el presidente del Partido Popular hasta el último concejal del Partido Popular, repite con insistencia que lucharán con todas las herramientas posibles contra esa lacra que sufre las mujeres en España.

En Génova, aseguran a COPE, que quieren marcar distancias y aunque aceptan la violencia intrafamiliar de la que hablan los de Abascal, creen que primero hay que acabar con la violencia de género que causa la muerte de medio centenar de mujeres cada año en nuestro país.

La diferencia no es baladí, es lo que les llevó a apoyar, según fuentes a COPE en la cúpula del PP, la reforma de la ley del 'solo sí sí' y acabar con la rebaja de penas a violadores y pederastas.

Por eso rechazan también que la palabra género tenga tintes ideológicos como critican en Vox, porque de lo que se trata ahora es de conseguir la igualdad de la mujer. "El Partido Popular no quiere ni media polémica con este asunto, porque cree que todo lo que no sea dejar las cosas claras puede ahuyentar a ese votante del PSOE, enfadado con Sánchez, y que está pensando en votar al PP el 23 de julio", según ha señalado Sergio Barbosa en su monólogo.

Los de Abascal también han presentado por su parte un decálogo. "En este caso, para tratar de explicar que VOX sí condena la violencia contra la mujer, pero que no cree en el concepto de violencia de género, porque eso del género está muy politizado".

Explica Barbosa que "ciertamente, el término “género” suscitó debate hace unos años porque, hasta no hace mucho, “género” tenían las palabras: masculino, femenino y neutro. Las personas lo que tenían era sexo: masculino y femenino. Pero la izquierda española, allá por los tiempos de Zapatero, adoptó ese término, de factura anglosajona, adoptando la traducción de lo que en inglés es el Gender".

"Si Vox quiere dar ahora esa batalla conceptual y tratar de revertir la manera en la que se llaman las cosas, está en su derecho de intentarlo y seguro que tiene su público, pero bien está que Abascal ejara claro ayer que hay un problema de violencia contra la mujer y que se debe combatir sin frivolizar con ello".