Se abre una nueva etapa en la Ley de Amnistía tras el varapalo recibido por el Gobierno. El rechazo del Congreso a esta norma por la negativa de Junts a aceptarla sin sus enmiendas nos devuelve a las difíciles negociaciones para el Ejecutivo en la comisión de Justicia, con la oposición convencida de que Pedro Sánchez queda muy tocado por el órdago.

El Gobierno ha asegurado que la Legislatura no está en riesgo a pesar de que se seguirá negociando en el Congreso. La ley vuelve a la comisión de Justicia, tal y como ya salió aprobada la semana pasada. Esto es, incluyendo la última reformulación hecha sobre los delitos de terrorismo.

A partir de aquí, los grupos parlamentarios pueden redactar nuevas enmiendas transaccionales, pero el PSOE parece descartar ofrecer a Junts cambios para satisfacer sus demandas de una amnistía integral. Si la Comisión aprueba alguna modificación, habría un nuevo texto.

¿Y ahora qué?

El plazo máximo a tal fin es de un mes, aunque podría acortarse a 15 días. El siguiente paso sería regresar al Pleno donde tendría lugar una votación de totalidad. Si se aprueba, va al Senado para seguir su tramitación, si no la amnistía decaería. Antes de nada, sin embargo, corresponde a la Comisión fijar un calendario.

Los socialistas deberán manifestar ya su disposición a reabrir la redacción de la amnistía y Junts si cede en sus exigencias. Con ese panorama, este miércoles hay una cita importante en Bruselas. El comisario europeo Didier Reynders ha citado a Félix Bolaños y al popular Esteban González Pons para intentar mediar en la negociación sobre el Poder Judicial.

Será a las 15:00 horas en el edificio de la Comisión Europea con el comisario Didier Reynders, de anfitrión y de mediador, los españoles, Félix Bolaños y Esteban González Pons, de invitados. Bruselas ya ha dejado claro que el primer paso para desbloquear el CGPJ lo tiene que dar España.

El propio Reynders ha dado pistas esta semana sobre el contenido de esas reuniones. Lo que va a cambiar, decía, es que hemos propuesto un diálogo estructurado y esa es la clave. Renovar los nombres de los miembros del Poder Judicial y poner en marcha la reforma no basta, solamente es una de las fases. El plazo máximo aquí es de dos meses.