El Juzgado de lo Social número 35 de Madrid ha condenado a cuatro empresas a indemnizar a la viuda y a los dos hijos de un soldador que falleció en 2012 tras estar expuesto al amianto entre 1975 y 1981 durante la construcción de la central nuclear de Almaraz (Cáceres).

Así lo acuerda el juez en una sentencia en la que estima parcialmente la demanda de los herederos del fallecido y condena a la compañía para la que este trabajaba y a las tres que integraban la unión temporal de empresas encargada de la construcción de la central, que la subcontrató, a indemnizar a la viuda en 208.270 euros y a cada uno de los hijos en 95.883 euros.

El magistrado declara probado que Félix S. trabajó en la central desarrollando labores como soldador, lo que llevaba implícito el uso de amianto, que se utilizó como aislante ignífugo no solo en los tubos a soldar sino también en las conocidas como "mantas" que se utilizaban para evitar que las chispas de soldadura les alcanzaran.

Añade que la continua y constante exposición al amianto sin protección alguna provocó un mesotelioma en Félix S., que falleció en febrero de 2012 y cuyos herederos han estado representados en este procedimiento judicial por Opamianto Abogados.