La entrada de la escuela pública Tabor situada en la barcelonesa calle Cartagena ha amanecido este martes con numerosas huellas amarillas. Estos símbolos colocados en el sentido de entrada de los niños al edificio, han sorprendido esta mañana a padres y alumnos que acudían como cada día al centro escolar.

Hay que recordar que el amarillo es el color utilizado por los independentistas catalanes para pedir la libertad de los presidentes de Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, respectivamente. Este mismo lunes la Diada de Sant Jordi se convirtió en una jornada marcada por la reivindicación política en forma de rosas amarillas.

El adoctrinamiento de menores por parte del separatismo, en los centros educativos de Cataluña ha sido un tema muy polémico y denunciado en numerosos ocasiones.

Es el caso del presidente de la Unión Sindical de Inspectores de Educación, Jesús Marrodán  quien denunciaba el pasado mes de octubre en 'Herrera en COPE' el “férreo intento de control político” de la Inspección de educación en Cataluña. También la eurodiputada liberal independiente Beatriz Becerra hablaba en esta cadena  de manipulación “abominable” y de "adoctrinamiento sistemático propio de las sectas".

Y no, no hay adoctrinamiento en las escuelas de #Cataluña, verdad? Hasta en las guarderías. Qué abominación. https://t.co/sNRqnXwDkK

— Beatriz Becerra (@beatrizbecerrab) 18 de diciembre de 2017

En este sentido, este mismo lunes conocíamos la Fiscalía de Delitos de Odio ha denunciado a nueve profesores del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) por sus comentarios en clase criticando la actuación policial el 1-O, pese a la "humillación" que sabían que podían causar a alumnos hijos de agentes de la Guardia Civil. Según la Fiscalía, los profesores denunciados de este instituto hicieron en clase, el día 2 de octubre, comentarios tildando a los agentes de la Guardia Civil de "animales", "bestias que solo saben dar palos", "parecen unos perros rabiosos", "salvajes" e incluso pidieron a los hijos de los agentes que levantaran la mano, señalándolos así frente a sus compañeros.