Don Juan Carlos, una condena preventiva y un destierro sin fundamento

La Fiscal General del Estado debe, cuanto antes, tomar una decisión al respecto, para que se acabe este tiempo de incertidumbre

Rey Juan Carlos I

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El archivo de las diligencias judiciales que investigaban en Suiza si el Rey Juan Carlos cometió algún delito por el cobro de comisiones en el Ave a La Meca, dio un giro importante a la situación judicial del Rey emérito. No hay que olvidar que el monarca no ha estado nunca imputado por ningún delito en Ginebra. Esta decisión de la fiscalía suiza repercutirá en la investigación que mantiene abierta la fiscalía española, que estaba a la espera de lo que pasara en el país helvético. Los fiscales españoles del caso consideran que las diligencias están agotadas, con lo que previsiblemente ocurrirá lo mismo que en Suiza.

Una vez más es necesario garantizar la presunción de inocencia del rey Juan Carlos. Si no se puede negar que el Rey Juan Carlos ocultó a Hacienda parte de su fortuna en el extranjero, tampoco que ya ha afrontado dos regularizaciones con el fisco español y que ahora sufre una condena preventiva con un destierro que no tiene fundamento.

La Fiscal General del Estado debe, cuanto antes, tomar una decisión al respecto, para que se acabe este tiempo de incertidumbre. En caso contrario estaría alimentando una campaña de desprestigio contra el Rey Juan Carlos cuyos promotores son los mismos que quieren dinamitar el edificio constitucional sobre el que se asienta la democracia en España. Don Juan Carlos sigue siendo una coartada para quienes quieren acabar con la España constitucional a la que tanto contribuyó el Rey emérito.

La Fiscalía del Tribunal Supremo parece dispuesta a cerrar la investigación abierta sobre supuestas actividades fraudulentas del Rey emérito, después de dos años largos de investigación. La noticia no será del gusto de quienes durante este tiempo se han dedicado a atacar, tanto a la figura de Don Juan Carlos como a la propia Corona y, de paso, a la Constitución que consagra a España como una monarquía parlamentaria.

Ciertamente, Don Juan Carlos ha cometido errores que han supuesto un desgaste para la institución que con tanto esfuerzo él mismo contribuyó a asentar, pero eso no puede traducirse en una presunción de culpabilidad ni hacer olvidar su papel como motor de una modélica transición hacia la democracia. Lo que es decisivo para la estabilidad política y social de España es el respeto a la Constitución, y en el momento en que se confirme la decisión de la Fiscalía, Don Juan Carlos habrá dejado de ser un pretexto para atacarla.

Una nación consciente de su historia y de los desafíos que debe afrontar, sabe distinguir el grano de la paja. Es algo que tiene claro la inmensa mayoría de la sociedad española, que sostiene el valor de nuestras instituciones y reconoce el gran servicio del Rey Felipe VI a la unidad y cohesión nacional. El problema está en que parte del Gobierno rema en dirección contraria.

El Rey Emérito cumplió 83 años el pasado 5 de enero en una situación excepcional y en el que probablemente fue su cumpleaños más difícil. Entendiendo las razones políticas que llevaron a marcar distancias y con los principios éticos que su propio hijo, el rey Felipe VI, dejó bien claros en el medido mensaje de Nochebuena, lo cierto es que resulta incomprensible que el Gobierno no mueva pieza para que la situación se resuelva cuanto antes y no se cause un mayor deterioro, tanto en lo personal como en lo institucional. No se puede aplicar al Rey Emérito una vara de medir distinta a la de cualquier otro español, ni que recaiga sobre él una suerte de presunción de culpabilidad permanente.

Don Juan Carlos debe poder regresar a España sin que eso suponga que algunos grupos políticos, menos aún si están en el gobierno, emprendan una cacería. El Rey emérito está dispuesto a colaborar con la Justicia en lo que sea necesario, y no olvidemos que no ha sido objeto de ninguna imputación. El destierro de un ex Jefe de Estado en un hotel lejano, sin fecha ni perspectivas de regreso, parece tener que ver más con deseos de revancha ideológica que de justicia y es toda una anomalía en los modos de proceder de la cultura democrática occidental.

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Los últimos audios

Último boletín

10:00H | 15 JUL 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking