Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) han detenido a un hombre de origen marroquí en San Sebastián acusado de alojar en Eibar (Gipuzkoa) en condiciones insalubres a 49 migrantes para explotarles laboralmente en la construcción.

Según informa este martes en una nota el Ministerio del Interior, el arrestado alojaba a sus víctimas en distintas habitaciones de cuatro viviendas, así como en un local comercial de su propiedad a cambio de alquileres que oscilaban entre los 250 y 450 euros mensuales.

Además, los empadronaba fraudulentamente a cambio de otra contraprestación económica y les ofrecía trabajo en una empresa de construcción en unas "condiciones laborales abusivas".

La operación que ha permitido la detención de este individuo por su presunta participación en delitos de tráfico de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores ha sido desarrollada en colaboración con la Guardia Municipal de Eibar.

Los alojamientos se encontraban en un "pésimo estado de conservación" ya que carecían de calefacción, de somieres en las camas y de electrodomésticos "imprescindibles para poder hacer una vida digna", además de tener insectos en sus dependencias así como grandes manchas de humedad en las paredes.

A pesar de no tener cédula de habitabilidad, el local comercial también era utilizado para hospedar a las víctimas a cambio de 300 euros mensuales.

El detenido llegaba a percibir sólo con los alquileres, 5.700 euros mensuales, según aclara la Policía, que también constató que, en aproximadamente año y medio, el hombre había llegado a alojar a 49 personas que "debido a su situación irregular, a los escasos recursos económicos con que contaban y al desconocimiento de la lengua y de la legislación, no tenían otra alternativa que aceptar".

Los agentes descubrieron asimismo que el sospechoso también se lucraba empadronando fraudulentamente a estas personas a cambio de otra contraprestación económica y que les daba trabajo en una empresa del sector de la construcción sin contrato, con jornadas laborales que "superaban ampliamente el horario establecido, sin equipos de protección individual y sin pagarles en muchos casos horas extras e incluso mensualidades".

Por estos motivos, el pasado 30 de diciembre fue detenido en San Sebastián por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, si bien en la actualidad se encuentra en libertad a la espera del correspondiente juicio.