La Audiencia de Valladolid ha condenado al expresidente de Asaja en Valladolid Lino Rodríguez a diez años y cuatro meses de cárcel por dedicar ingresos de sociedades creadas al amparo de la organización agraria en su beneficio, el de su esposa, y de los que fueran vicepresidente y secretario de la organización en el momento de los hechos, también condenados.

La Audiencia, según la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), condena a Lino Rodríguez por varios delitos de administración desleal, falsedad documental en concurso con estafa, falsedad mercantil y apropiación indebida, en consonancia con la petición de pena que reclamaba la Fiscalía, aunque el Ministerio Fiscal había demandado trece años y medio de prisión.

Además, la resolución judicial impone a Lino Rodríguez la obligación de indemnizar con más de 2,5 millones de euros a distintas asociaciones que resultaron perjudicadas por sus acciones, como Asaja, Ifycar, Productores de Patatas, Derco, Remolacheros, Campo Abiero e Indycons, así como 16.800 euros de multa.

La sentencia condena a la esposa de Lino Rodríguez, Ana I. de la Fuente, a dos años de cárcel, los mismos que al vicepresidente de la organización entonces Gerardo Rico, mientras que al exsecretario de la organización Fernando Redondo le condena a cuatro meses.

En el apartado de hechos probados, la resolución judicial establece que, al amparo de Asaja en Valladolid, se constituyó una serie de asociaciones, cooperativas y una sociedad limitada -sectoriales-, cuyos domicilios sociales se encontraban en el de Asaja Valladolid de esta ciudad o en el de esta asociación en la localidad de Peñafiel.

Con la constitución de esas sectoriales, su objetivo era posibilitar la obtención de subvenciones públicas, al ser solicitadas individualmente por cada una de ellas y con un independiente código de identificación fiscal (CIF) en cada caso.

Fueron pedidas para ello por diferentes sectores de la agricultura, tales como remolacha y patata, y las subvenciones fueron otorgadas primero por la entonces denominada Fundación para la Formación Continua (planes FORCEM), posteriormente denominada Fundación Tripartita, y por último por parte de la Fundación Estatal para la Formación de Empleo (FUNDAE).

Los importes de esas subvenciones concedidas posteriormente se ingresaban, por parte de los órganos públicos concedentes (INEM o SEPE), en las respectivas cuentas bancarias de las sectoriales, pero se ha acreditado un continuo trasvase de efectivo entre Asaja Valladolid y ellas.