La brecha entre Génova y Sol ha terminado por partir en dos al Partido Popular y se ha saldado ya a sus primeras víctimas. El último de ellos, el secretario general, Teodoro García Egea. A él se unieron antes la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del Partido Popular, Andrea Levy; la presidenta del Comité Electoral, Belén Hoyoy el portavoz nacional del partido, José Luis Martínez-Almeida.

En menos de una semana, el presunto caso de espionaje contra la presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho implosionar el partido. Ahora, y mientras la guerra en el seno del PP está abierta, hasta ayer parecía que Pablo Casado no hacía otra cosa más que intentar ganar tiempo. La marcha de Egea, no obstante, deja a Pablo Casado prácticamente solo ante un escenario nada esperanzador y le ha obligado a convocar la reunión de la Junta Directiva Nacional para celebrar el congreso nacional del partido con carácter extraordinario.

En las últimas horas, los principales barones populares han dejado prácticamente solo a Casado y han exigido, precisamente, la convocatoria del congreso para elegir un nuevo líder al frente de un partido más debilitado que nunca.

Según el artículo 128 de los Estatutos del Partido Popular, el congreso extraordinario se celebra de forma ordinaria cada cuatro años. Esto es, por lo tanto, cuando concluye el mandato de la dirección o de forma extraordinaria por una situación especial. De alguna forma, la situación de inestabilidad política dentro del PP podría considerarse, a día de hoy, una "situación especial". La aprobación del congreso necesita una aprobación de una mayoría de dos tercios de los los componentes de la Junta Directiva Nacional, considerado el máximo órgano entre congresos.

Ésta última está conformada por la dirección y los líderes del partido, secretarios generales autonómicos y regionales, senadores, diputados y parlamentarios europeos, además de los cargos del partido en otras instituciones como alcaldes y los presidentes de las diputaciones, lo que suma en torno a 550 miembros.

El objetivo del Congreso no es otro que elegir la presidencia del partido, así como de los 35 vocales del Comité Ejecutivo y los 30 de la Junta Directiva, entre otros asuntos. Los candidatos para presidir el partido deberán presentar su candidatura entre los 7 y 15 días siguientes a la convocatoria del congreso. Cada candidato deberá contar el apoyo de un mínimo de 100 afiliados.

Con respecto a los plazos, el congreso extraordinario se convoca con un mes y medio de antelación, como ya sucedió tras la dimisión del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No obstante, en el caso de ser una situación "excepcional de urgencia", podría celebrarse con tan solo treinta días de antelación. En el caso de convocarse hoy, éste se celebraría a finales de marzo o a principios de abril.

Mientras tanto, y a falta de que el PP nombre un nuevo líder, sería el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien se pondría al frente de la gestora de forma extraordinaria durante el período de transición hasta que los miembros de la formación nombren un nuevo líder que pueda reconducir el rumbo de los populares en medio de esta tormenta política.