La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha afeado este viernes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que haya autorizado otros cuatro acercamientos de presos de ETA, por lo que denuncian que "ya ha realizado 68 traslados de etarras con delitos de sangre, que acumulan a sus espaldas la friolera de 163 víctimas mortales en 124 atentados". Además, cuestionan que se haga "en plena negociación para transferir prisiones al País Vasco".

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha aprobado este viernes el traslado de los etarras Patxi Javier Macazaga Azurmendi, Ana Belén Egües Gurruchaga, Eneko Gogeaskoetxea Arronategui y Ainhoa Barbarín Yurrebaso. Además, ha dispuesto el regreso al centro penitenciario de Ávila de la interna preventiva María Soledad Iparraguirre Guenechea, 'Anboto', que estaba en Soto del Real a disposición de la Audiencia Nacional.

"El señor Marlaska ha convertido los viernes en el día oficial de los acercamientos. Una tradición que no falla semana tras semana. Con los de hoy, bajo la tutela de este Gobierno, ya ascienden a 176 los traslados, correspondientes a 151 etarras, 39 de los cuales ya cumplen condena en el País Vasco o Navarra", ha señalado la AVT en un comunicado.

La AVT insiste que "el futuro" de los presos es acabar en cárceles cercanas a sus domicilios, en algunos casos tras una "parada técnica" en prisiones limítrofes. "El fin de estos terroristas es la calle. Porque no lo olviden, no los quieren cerca, los quieren libres", ha denunciado.

"SE HAN TRASPASADO LAS LÍNEAS ROJAS"

"Necesitamos saber por qué se han traspasado con creces todas las líneas rojas, por qué los presos siguen sin colaborar con la Justicia, por qué les vale con una carta tipo de arrepentimiento, por qué se siguen acercando a cárceles del País Vasco a etarras con delitos de sangre", continúa la AVT, desde hace meses muy crítica con la política penitenciaria de Grande-Marlaska, que este viernes ha tenido varias reuniones con autoridades vascas.

La AVT sostiene que para el Ejecutivo es "más importante contentar a sus socios que preocuparse por el bienestar de las víctimas". También censuran que desde asociaciones de familiares y allegados de presos de ETA como Etxerat y Sare se intente utilizar la crisis sanitaria originada por la Covid-19 para pedir la libertad de los condenados por terrorismo.

"Los que ahora reivindican su derecho a la salud y a la vida no dudaron en ningún momento en quitársela a muchos ciudadanos sin el menor remordimiento", han recordado.