María Aránzazu González Laya (Tolosa, 1969) fue una de las grandes sorpresas en el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez. La exministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación llegaba al Consejo de Ministros tras vivir fuera de España desde 1992. A partir de ese momento, y con tan sólo 23 años, comenzó a curtir una carrera profesional de gran prestigio en los organismos internacionales.

Una jurista desconocida para la mayoría de los españoles, que desde adolescente tenía clara su pasión por la Unión Europea, y que no dudó en responder a la llamada de Sánchez para integrarse en su Ejecutivo. A pesar de confesarse como progresista y firme defensora del movimiento feminista, no es militante del PSOE.

Laya, licenciada en Derecho por la Universidad de Navarra, ha sido abogada del despacho de abogados alemán Bruckhaus Westrick Stegemann donde asesoraba a empresas en derecho de competencia, comercio y ayudas de estado. También ejerció como profesora en Brujas (Bélgica) y en Shangai (China). Entre 2002 y 2005, fue portavoz de comercio para la Comisión Europea y asesora del Comisario de Comercio. Desempeñó diversas funciones en la Comisión Europea en las áreas de comercio internacional y relaciones exteriores, incluyendo negociaciones sobre acuerdos comerciales con Mercosur, Irán, el Consejo de Cooperación del Golfo, los Balcanes, y países Mediterráneos.

En 2014, González Laya inauguró el primer Foro de Comercio Sostenible del CCI reuniendo actores públicos y privados para desarrollar soluciones que aseguren una mayor coherencia entre el comercio y el cambio climático.

La exministra también ha presidido el Consejo Global de Campeones por la Igualdad de Género (International Gender Champions), desde donde consiguió impulsar el empoderamiento económico de la mujer dentro del CCI. En 2015, capitaneó la iniciativa She Trades Initiative, con el objetivo de conectar a tres millones de empresarias con los diferentes mercados para el 2021; y en 2019 co-editó el libro Women Shaping Global Economic Governance, una colección de ensayos de 28 mujeres líderes en el campo de la gobernanza económica.

González Laya dejó el Gobierno en medio de la crisis diplomática con Marruecos. Le sustituyó en el cargo José Manuel Albares, el entonces embajador de España en Francia y secretario general de Asuntos Exteriores en el primer equipo de Moncloa.

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#NoRegrets hoy dejo el puesto de Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación pero me mantengo firme en el compromiso de servicio público - Gracias a tod@s, gracias por todo ??@MAECgob@EspanaGlobal@HablamosdEuropa
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— Arancha González (@AranchaGlezLaya) July 12, 2021

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Amante de Picasso, Miró y Tintín

Entre las aficiones de la exministra se encuentra su predilección por los museos y las exposiciones. Picasso, Chillida, Magritte o Miró destacan entre sus artistas más emblemáticos. También ha confesado ser seguidora de los tebeos de Tintín y de las obras de los escritores Javier Marías, Sergio del Molino y Lorenzo Silva.

La música en directo también ocupa un espacio importante entre sus aficiones. Su presencia en conciertos de Sting o Los Planetas suele ser habitual. Cuando la agenda se lo permite, Laya suele escaparse con su grupo de amigas a Oporto o Tarifa. Además, las flores son otra de sus pasiones. Tiene habitualmente en el despacho y en casa, y le gusta hacer fotografías de ellas, como se demuestra en algunos de sus perfiles en redes sociales.

Se considera una gran cinéfila con gusto internacional: la argentina ‘La cordillera’, la chilena ‘Los perros’, la norteamericana ‘Los archivos del Pentágono’ o la italiana ‘Lazzaro feliz’ son algunas de sus producciones favoritas.

Una encrucijada judicial que hoy la lleva ante el juez

Arancha González Laya está citada a declarar en calidad de investigada este lunes, a las 13.00 horas, ante el Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza en la causa en la que se investiga la entrada y salida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

El líder del Frente Polisario llegó el pasado 18 de abril en un avión argelino a la Base Aérea de Zaragoza, sin pasar controles de fronteras ni documentación. Desde allí partió en una ambulancia al Hospital San Pedro de Logroño y fue ingresado en el centro sanitario bajo el nombre de Mohamed Benbatouche. Durante la madrugada del 2 de junio salió de España rumbo a Argelia.