La llegada en aumento de inmigrantes a las costas canarias, obligaron al ministro de Transportes, Movilidad e Inmigración, Jose Luis Ábalos, a visitar la isla de Gran Canaria el pasado viernes. Anunció un refuerzo de medios ante la situación “de emergencia sanitaria”, ya que por la cartera que ocupa, es el responsable último de Salvamento Marítimo.

En compañía del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Anselmo Pastrana, Ábalos visitó el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Las Palmas y la Capitanía Marítima. Así pudieron comprobar el colapso que está sufriendo la isla por la llegada de miles de inmigrantes en cayucos, que han tenido que ser recluidos en malas condiciones.

Sin embargo, una vez finalizada la visita, el ministro no retornó a Madrid, sino que alargó su visita durante todo el fin de semana, puesto que el sábado tenía agendado otro acto en Tenerife. Como informa Javier Chicote en ABC, fuentes consultadas por el periódico afirman que Ábalos pasó el sábado y domingo en las islas junto con sus asesores, sus escoltas y su mujer y sus dos hijos pequeños. Y hay que tener en cuenta que se trataba de un viaje oficial.

De esta manera, el sábado por la mañana visitó las obras de ampliación del aeropuerto de Tenerife Sur. Según apuntarían fuentes consultadas por ABC, la primera pernoctación, es decir, la de la noche del viernes al sábado, se habría producido en el hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria. Un lujoso centro de cinco estrellas.

Otras fuentes apuntan que a partir del sábado el ministro se hospedó en el Gran Meliá Palacio de Isora, uno de los hoteles más lujosos de la isla. El espacio cuenta con la piscina infinita de agua salada más larga de Europa, varios campos de golf y un SPA de 2.000 metros cuadrados. Las mismas fuentes aseguran que “reservaron la suite del ministro y su familia y otras cinco para el resto de acompañantes”.