Cien días es un tiempo razonable como para empezar a sacar conclusiones sobre la gestión de un gobierno, pero lo cierto es que tras cien días de Gobierno en funciones en España ni hay Gobierno ni parece que vaya a haberlo.

El bloqueo político continúa. Los contactos entre el partido socialista y su “socio preferente” son prácticamente inexistentes y se encuentran enzarzados en una continua lucha por el relato que no beneficia a ninguno. La última de ellas ocurrió el pasado jueves con la publicación de un tuit del secretario de Acción de Gobierno de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en el que cargaba duramente contra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo.

Los que nunca han estado dispuestos a permitir un Gobierno liderado por Pedro Sánchez, PP y Ciudadanos, que en su momento votaron en contra de la investidura del líder del partido socialista en ambas votaciones, votos con los que decayeron ambas investiduras y que provocaron que Sánchez se convirtiese en el primer candidato a presidente del Gobierno de la democracia actual en fracasar en dos investiduras. Ahora estos dos partidos plantean la opción de que el socialista no se presente a una nueva investidura y ya buscan otras alternativas con las que evitar repetir un nuevo proceso electoral el próximo mes de noviembre.

Idea que parece tener en mente el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, si no consigue liderar España en solitario y con 123 escaños, una idea que puede parecer todavía más ridícula.

Sánchez necesita negociar si quiere formar Gobierno, y eso es algo que el Rey Felipe VI sabe dado el reparto de escaños actual. Su Majestad pronunció su punto de vista de la situación durante el tradicional posado de verano de la Familia Real en el Palacio de Marivent, declaraciones en las que instaba a los partidos a deshacer el bloqueo político para no repetir unas nuevas elecciones.

El futuro del Gobierno de España y su rumbo continúa siendo una incógnita pero lo que está claro es que Sánchez no puede gobernar sin los apoyos necesarios.