La presidenta madrileña en funciones, Isabel Díaz Ayuso, ha rechazado pedir el toque de queda tras el fin del estado de alarma, como asegura que "pretende el Gobierno de España, a través de la Delegación y de los diferentes ministerios", para evitar que "nos encontremos con los tortazos en los juzgados".

La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, pidió el lunes al Ejecutivo en funciones de Isabel Díaz Ayuso que tome medidas "valientes", como el toque de queda, para evitar fiestas y concentraciones masivas como las vividas el fin de semana coincidiendo con el fin del estado de alarma.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno en funciones, Ayuso se ha mostrado en contra de implantar el toque de queda nocturno en la región por la posibilidad de hallar una negativa en los juzgados y por considerarlo "inapropiado".

La presidenta en funciones ha instado al Gobierno de España a legislar "de una vez", porque, en su opinión, en quince días se podría contar con una ley orgánica que podría dotar de seguridad jurídica a "todos".

"Es una irresponsabilidad seguir vertiendo sobre las administraciones inferiores una cuestión que compete al ámbito nacional", ha dicho Ayuso, que ha acusado al Gobierno de utilizar "todas sus instituciones para, desde el punto de vista político, confundiendo el partido con la institución, arremeter contra las demás".

En la segunda y la tercera ola, según Ayuso, la Comunidad de Madrid puso en marcha unas medidas que han sido efectivas, pero "sin la ayuda" de la Delegación del Gobierno en Madrid.

"Nosotros no tenemos responsabilidad ni tenemos herramientas para impedir que la gente a la calle, haya botellones o se celebren fiestas ilegales. No tenemos competencia en materia de seguridad, que le corresponden al Gobierno de España", ha subrayado Ayuso, para quien sería "un sinsentido" retroceder en la lucha contra la pandemia.