El mundo económico aguarda acontecimientos. Siempre ha apostado por un Gobierno estable y moderado. Su opción preferida ha sido, nunca lo ha ocultado, la de un Ejecutivo PSOE-Ciudadanos. Solo cuando no la han visto posible el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha hablado de unas nuevas elecciones si eso despejaba el panorama. “Es mejor un no Gobierno que un mal Gobierno”, era la tesis. El paso atrás de Iglesias el viernes, la posibilidad real de una coalición entre socialistas y Podemos cambia las cosas.

Los empresarios son cautos, prudentes pero desde luego no ocultan a COPE su inquietud por las consecuencias negativas que tendría ese acuerdo. Para empezar dan por hecho que ese Gobierno de coalición dispararía el gasto y subiría los impuestos. ¿Cómo dejar en manos de Podemos ministerios como Hacienda, Trabajo o Transición Ecológica?, se preguntan en muchas sedes del Ibex.

Desde el Círculo de Empresarios creen que ese Gobierno “orientaría la política económica y social hacia postulados que podrían comprometer la puesta de marcha de las reformas estructurales pendientes para impulsar la competitividad de nuestro modelo productivo”. Además apunta que “sembraría dudas sobre nuestros compromisos de reducción de déficit y deuda pública”. Dan por hecho que ese Ejecutivo de coalición no puede ofrecer la estabilidad suficiente para completar la legislatura.

LOS SINDICATOS, ENCANTADOS

A diferencia de los empresarios, los sindicatos miran con ilusión un acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos porque saben que es su oportunidad para acabar definitivamente con la reforma laboral y la de las pensiones del PP. “Lo importante es que se pongan de acuerdo los partidos progresistas”, ha señalado la número dos de UGT, Cristina Antoñanzas.